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lunes, 6 de abril de 2015

Portia - Vendimia Seleccionada 2011

Hoy tenemos un vino tinto de la D.O. Ribera del Duero: Portia Vendimia Selecccionada de la añada de 2.011, calificada como excelente por el Consejo Regulador de la D.O. junto con las dos anteriores de ese "trienio mágico" de la Ribera que comenzó en 2.009.

Este vino es elaborado en Gumiel de Izán, provincia de Burgos, por Bodegas Portia, S.L. Esta localida está 13 km al norte de la conocida Aranda de Duero, por lo tanto, en la zona norte de la D.O.

La D.O. Ribera del Duero ya la cubrimos en la entrada del Pruno.

Bodegas Portia pertenece al conocido Grupo Faustino, originario de La Rioja desde 1.861, y que a lo largo de los años fue expandiéndose a Navarra (Bodegas Valcarlos), La Mancha (Bodegas Leganza) y Ribera de Duero (Bodegas Portia). En La Rioja posee Bodegas Faustino, Bodegas Campillo y Bodegas Marqués de Vitoria, así como una elaboradora de vinos de mesa, Bodegas Victorianas.

La familia Faustino comenzó su andadura en la Ribera del Duero con la adquisición de tierras hasta las actuales 160 ha en las zonas de Roa, Gumiel de Izán, Villanueva y Gumiel de Mercado y la plantación de viñedos d ela variedad Tempranillo, dando como resultado inicial el Portia 2.003, que ganó la Medalla de Oro al "Mejor Tempranillo del Mundo". Cuenta la bodega con unas impresionantes instalaciones de 12.500 m2 diseñadas por el prestigioso arquitecto Norman Foster en base a hormigón, acero, madera y vidrio, con tres brazos que corresponden a cada uno de los procesos: elaboración, fermentación y crianza, y un núcleo central donde se reciben las uvas recolectadas, y que actúa también como centro de coordinación, auditorio, tienda, cafetería, sala de reuniones y sala de cata.


Fuente: www.vinetur.com

Las marcas que elabora y comercializa la bodega son: Portia Ebeia Roble (4 meses en barrica), Portia Crianza (10 meses en barrica), Portia Prima (16 meses en barrica) y Triennia (12 + 2 meses en barricas de roble francés nuevas).

El vino que hoy nos ocupa es una edición especial de lo que sería el Portia Crianza, con el que comparte etiquetado. Su proceso de elaboración incluye una crianza de 10 meses en barricas de roble francés y americano y 6 meses en botella antes de su comercialización. Sobre el resto del proceso no he podido encontrar demasiada información, y en la web no pude acceder a la Hoja de Datos del vino, ya que sale como que no existe el documento. Por lo tanto, pasaré directamente al análisis del vino.


El producto viene en una botella bordelesa de color verde oscuro, con dos llamativas etiquetas frontales de color amarillo, la más grande con el símbolo de la bodega, una especie de círculo troquelado bordeado en color plata, seguido por el nombre del vino/bodega y la mención al tipo y añada en caracteres rojos. A continuación la D.O. Ribera de Duero en la parte baja de dicha etiqueta. Debajo de la primera etiqueta se encuentra una segunda, más pequeña, que muestra una pequeña prosa relacionada con la consumición del vino.

La etiqueta trasera muestra de nuevo el nombre de la bodega y la D.O., seguida de una pequeña nota de cata en dos párrafos y los datos de la bodega, así como la indicación de volúmenes de alcohol del 14,5% y el de 75 cl de la botella.

En suma, una botella diseñada para llamar la atención en el lineal de un supermercado o tienda especializada.

Visualmente, el Portia nos muestra un color picota profundo, de capa muy alta, de superficie muy brillante y límpida, con un ribete violáceo, características que corresponden a un vino joven de la Ribera del Duero. Al agitar la copa produce infinidad de lágrimas muy finas, que bajan a una velocidad media por las paredes de la copa.

En nariz lo considero un vino de intensidad media-alta a copa parada, y despliega al agitar la copa un primer aroma muy claro a frutos rojos con notas muy claras de frutos negros (arándanos quizá) muy maduros. Diversas notas especiadas y un toque de regaliz redondean un complejo aroma en el que me gustaría destacar que, a nivel de sensaciones, te lleva a imaginar la tierra en la que han crecido sus uvas, en mi opinión dado por una componente mineral que flota alrededor de los aromas antes mencionados. Un fino toque de ebanistería que aparece sobre todo en retronasal completa un bouquet complejo y atractivo. Diría que lo mejor de este vino se encuentra especialmente en su fase olfativa.

En boca, produce un ataque muy equilibrado en lengua y paladar, con acidez bastante bien controlada que lo hacen fresco, y cuenta al mismo tiempo con un cuerpo notable. Diría que está en consonancia con los vinos de la zona norte de la Ribera del Duero tal y como los tengo catalogados en mi "memoria viníca". Los taninos, sin embargo, me parecieron un poco demasiado rugosos, con una astringencia y amargor elevados que, si bien no son notables cuando lo combinas con alguna comida contundente, son demasiado agresivos en combinación con tapas frías como por ejemplo jamón o queso manchego.

Lo probamos con un delicioso entrecot de ternera con un resultado bastante bueno.

El precio de alrededor de 8 € me parece adecuado para el producto, que tiene un diseño moderno acorde con la imagen de su bodega.

Le doy una calificación de 6,5/10, considero que tiene un amplio margen de mejora que una bodega profesional como Portia sabrá aprovechar en futuras añadas.

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