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lunes, 21 de marzo de 2016

Visita al Museo de la Cultura del Vino Vivanco

En nuestro reciente viaje a La Rioja Alta, tuvimos mi mujer y yo la oportunidad de visitar el Museo de la Cultura del Vino de la Fundación Vivanco, gracias a la sugerencia de una amiga suya, ya que ninguno de los dos conocíamos la empresa ni sus vinos.

La Bodega y Fundación Vivanco está ubicada en Briones, a unos 35 km al oeste de Logroño, capital de la Comunidad Autónoma. Fue fundada por Don Pedro Vivanco en 2.004, una fecha muy reciente si la comparamos con el inicio de la relación de la familia con el mundo del vino, que comenzó hace 100 años y cuatro generaciones cuando Pedro Vivanco González, bisabuelo de la generación actual comenzó a elaborar en Alberite, a unos 10 km al sur de Logroño, vinos con las uvas del viñedo familiar. Su hijo Santiago continuó con la tradición, animado por su esposa Felisa Paracuellos, quien a su vez resultó clave para que su hijo Pedro estudiase enología y se enamorase de la cultra del vino, al punto de comenzar a coleccionar artículos y obras relacionados con su actividad, que en primera instancia consistía en la comercialización del vino. A la par, empezó a comprar viñedos y a elaborar vino de una forma más profesional hasta desembocar en el proyecto actual, que dirigen sus hijos Santiago y Rafael.







Hoy en día, la Finca El Cantillo y la Bodega subterránea con una superficie de 9.000 m2 conforman el núcleo de la empresa, que posee un total de superficie de viñedo propio cercano a las 400 ha entre los municipios de Briones y Haro, en las zonas circundantes, y en Tudelilla, en la Rioja Baja.

Santiago Vivanco ha sido el alma de la Fundación Vivanco, que consta del Museo de la Cultura del Vino, el Centro de Documentación y la Editorial. Su intención es devolver al vino lo que este le ha dado a su familia. El Centro de Documentación se encarga de coleccionar y catalogar películas, fotografías, postales, tebeos, libros, recetas, artículos, etc. relacionados con el mundo del vino. La Editorial, por su parte, se encarga de recopilar y presentar en forma impresa las historias relacionadas con los 8.000 años de historia de la elaboración del vino.

Por su parte, el Museo de la Cultura del Vino, 4.000 m2 en seis salas dedicadas a "poner en valor la relación que han tenido el hombre y el vino a lo largo de estos 8.000 años de historia", con miles de piezas coleccionadas por la familia durante más de 40 años.



El Museo está considerado entre los mejores del mundo en su clase, y efectivamente puedo dar fe de ello, ya que quedé casi conmocionado por la profundidad de sus detalles y las piezas que en él se conservan. Supongo que habrá otros museos similares e igual de completos, pero dudo que lo sean más que esta pequeña maravilla en profusión de detalles y profundidad de los conocimientos que se muestran entre sus paredes.

Las seis salas del museo se dedican a temáticas diferentes:

Sala 1: Nacer, crecer, madurar

Está dedicada al estudio del origen del vino y su desarrollo a través de la historia, los diferentes tipos de suelos donde crece la vid; las diferentes variedades; los temas relacionados con su cultivo y las amenazas para su desarrollo, en forma de enfermedades y parásitos (con la filoxera de forma destacada); la vendimia y el proceso de elaboración del vino, con un espacio dedicado al nacimiento, desarrollo y funciones del laboratorio enológico.

Como en todo el museo, se presentan utensilios reales, fotografías, carteles descriptivos y vídeos de apoyo.




































Sala 2: Guardar las esencias

A través de una rampa muy cómoda y especialmente habilitada para personas con movilidad reducida, se accede  a un espacio donde se explica minuciosamente todo lo relacionado con la conservación y el transporte del vino. Cuenta con una estupenda exposición sobre la elaboración de las barricas, con detalles en las diferentes etapas del proceso y un vídeo explicativo desde su origen en el roble hasta el resultado final.



Hay un espacio dedicado a la elaboración de los corchos, con una descriptiva y bien desarrollada película que hace referencia a los métodos tradicionales y, por supuesto, a los modernos.


 Y, por supuesto, un espacio para las botellas, con una amplia colección de las utilizadas a lo largo de la historia, así como la explicación, nuevamente con un magnífico vídeo, sobre su proceso de fabricación.



Sala 3: La Bodega: El Sueño

Aquí se expone y explica todo lo necesario para elaborar un buen vino: prensado, trasiegos, clarificados, prensados y los elementos que sirven para realizar estas labores como filtros, bombas, etc.

Aquí destaca la colección de miniaturas de prensas de vino a lo largo de la historia de Víctor Uzqueda Mateo.


En esta sala también se encuentra un espacio de experimentación de sensaciones de la cata del vino: colores por medio de un panel retroiluminado y multitud de muestras de aromas presentes en los vinos, bastante fieles a los reales, he de añadir).


Finaliza esta sala con muestras de los diferentes tipos de elementos utilizados en la comercialización y transporte del vino: ánforas, pipas, fudres, botas, botellas, etc.

Sala 4: El vino: arte y símbolo



 Este es en realidad un grupo de salas con diferentes ambientes, donde se exponen restos arqueológicos y arte relacionados con el vino a lo largo de los tiempos. Incluye una magnífica colección de obras de artistas de la talla de Picasso, Miró, Sorolla, Juan Gris e incluso láminas originales de Walt Disney.

Mosaicos romanos, bustos, cálices y cuadros componen una magnífica colección, con una presentación magnífica a nivel de iluminación y decorado.






Sala 5: Abrir, servir y beber

Esta sala cuenta con una impresionante colección de sacacorchos (alrededor de 3.500) en un pasillo circular de vitrinas, con su evolución desde sus comienzos en el S. XVIII y diferentes motivos. Algunos verdaderas obras de arte.


En la parte central de esta sala se pede observar una colección de elementos y utensilios de servicio del vino (copas, vasos, decantadores, etc.), algunos de los cuales pueden ser considerados verdaderas obras de arte.



Sala 6: El Jardín de Baco

Finalmente, el museo cuenta con una "sala" exterior, donde se pueden observar hasta 220 variedades de uva vitis, de mesa y viníferas antiguas y actuales, una verdadera reserva genética de esta hermosa planta.


Fuente: www.chil.org

La visita termina con un paseo por la tienda, decorada e iluminada con el mismo gusto que el resto de las instalaciones. Allí tienen su espacio los diferentes vinos de la bodega, así como postales, souvenirs y publicaciones relacionadas con el mundo del vino.


Las instalaciones de esta bodega son el sueño de cualquier buen aficionado al vino. No se puede pedir más compromiso con la vitivinicultura y un gusto por las cosas bien hechas que el que esta familia demuestra con sus instalaciones y los magníficos productos que elaboran.

¡Mi más sincera enhorabuena! Volveremos...

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