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domingo, 25 de febrero de 2018

M8 - Paraje de las Mariscalas - Sin Añada

Hoy os presento un vino de la Provincia de Madrid, elaborado en la población de Cadalso de los Vidrios: El M8, de Bodega Aumesquet Garrido.

Este vino me lo ha proporcionado también mi amigo Angel, ya que visitó la bodega hace poco y compró allí dos botellas para él y otras tantas para mi, para que le diera mi opinión, ya que a él le habían gustado bastante estos vinos.

Cadalso de los Vidrios se encuentra a unos 90 km al Oeste de Madrid, cerca de la frontera con la Provincia de Avila (Comunidad de Castilla y León) y de Toledo (Comunidad de Castilla La Mancha), y pertenece a la subzona de San Martín en la D.O. Vinos de Madrid aunque, como hemos comentado, este vino no se encuentra adscrito a la D.O., sobre la cual ya hablamos con anterioridad en la entrada del Grego.

Fuente: www.vinosdemadrid.es

Esta pequeña bodega artesanal fue fundada en 2.006 por Antonio Aumesquet, y produce principalmente vinos de Garnacha de sus viñas de la Finca denominada Paraje de las Mariscalas, a unos 750 m sobre el nivel del mar, suelos de granito y escasa pluviometría, unas condiciones excelentes para la viticultura. Las plantas son cultivadas en vaso, y tienen más de 50 años de edad media. No se utilizan herbicidas en el viñedo.

Para hacernos una idea de su pequeño tamaño, mi amigo Angel me comentó que solo han comercializado 7.000 botellas en total en la última añada.


Fuente: www.madridenoturismo.org

Son tres los tipos de vino que produce la bodega:

- El Finca de las Mariscalas: vino tinto joven de Garnacha.

- M4: vino tinto de Garnacha con 4 meses de crianza en barricas de roble.

- M8: vino tinto de Garnacha con 8 meses de crianza en barrica de roble.

La vendimia de la uva se realiza de forma manual y se transporta a la bodega en cajas de 20 kg. Se realiza una selección en mesa y tras el despalillado se realiza la fermentación alcohólica en barricas de acero inoxidable a temperatura controlada. Tras la maceración y fermentación el vino pasa a depósitos de acero inoxidable, o a barricas de roble, dependiendo el tipo de vino, donde se realiza la fermentación maloláctica y posteriormente la crianza. Los vinos no son sometidos a procesos agresivos de clarificación y filtrado antes del embotellado.

Nuestro vino de hoy, el M8 (M de Mariscalas), tiene una crianza de entre 8 y 10 meses en barricas de roble americano, y una posterior afinación en botella de unos 12 meses.

El producto se comercializa en botellas tipo borgoña de color verde muy oscuro, y posee una única gran etiqueta de color blanco que rodea un 80% del cuerpo de la botella. en la parte frontal se observa la marca del vino, y en la parte inferior un trazado de la silueta de la bodega, y or debajo de él la mención a la uva con la que se elabora el vino. El extremo de la derecha de la etiqueta nos muestra el nombre de la finca y la localidad de la bodega, en forma vertical, y en el extremo inferior derecho los contenidos de la botella (75 cl) y de alcohol del 15% en Volumen.



En el otro extremo se pueden observar un par de párrafos donde se describe el proceso productivo, seguido por la referencia a la temperatura de servicio aconsejada y los datos de la Bodega. Como cosa curiosa, decir que la etiqueta no contiene la añada del vino. supongo, por tanto, que al haberlo comprado directamente mi amigo en bodega, debe corresponder a la última, que por los plazos de elaboración debería ser del 2.015, aunque en tiendas la última añada que veo (aunque agotada) es del 2.014.

Una presentación simple y elegante, de las que a mi me gustan.

A la vista, el M8 nos presenta una superficie brillante y límpida del líquido color picota, bastante oscuro y profundo, de capa alta, con un ribete con reflejos color salmón y un leve tinte ocre. Las lágrimas que produce la agitación de la copa son numerosas, y se desplazan más bien lentamente por la pared, lo cual se corresponde con el grado de alcohol del vino.

En nariz, a una intensidad media a copa parada, le sigue un inmediato aroma a frutos rojos muy maduros y licorosos, en los que destacaría la guinda, seguido por notas. bastante marcadas de regaliz. Una ve que el vino adquiere vierta temperatura, se presentan los magníficos aromas procedentes de la barrica, entre los que destacaría el de tabaco en caja de puros, así como notas cremosas de vainilla y toffee, que seguramente provienen de la madera americana de las barricas. Los aromas de maderas finas y tabaco se hacen todavía más notables en retrogusto.

En boca, se trata de un vino de cuerpo medio, bastante homogéneo a lo largo de la lengua, con taninos bastante dulces y sedoso pero con cierto brío, y una longitud y permanencia que calificaría de aceptables.

Este vino es adecuado para tomarlo con una buena cantidad de alimentos. Yo lo probé con lomo de cerdo al horno, y el resultado fue bastante bueno, aunque supongo que con otros platos no muy especiados puede dar resultados muy agradables.

Su precio de algo menos de 10 € me parece adecuado al producto, y lo considero bastante recomendable como exponente de precio contenido de los excelentes vinos de Garnacha que se elaboran en la Comunidad de Madrid.

Le doy una buena nota de 7,5/10. Lo guardo n mi memoria para volver a degustarlo si se me presenta la oportunidad, o si tengo la posibilidad de visitar la bodega en algún momento.

sábado, 3 de febrero de 2018

Angeles de Amaren - 2010

Hoy nos vamos a La Rioja Alavesa con un vino tinto de Bodegas Amaren: el Angeles de Amaren, cosecha de 2.010. ¡Gracias por la botella, Angel!

Sobre la D.O. Ca. Rioja ya hemos hablado con anterioridad en la entrada del Marqués de Riscal Reserva, a unos 27 km al oeste de Logroño, y a unos 60 km al sur de Vitoria, la capital de la Provincia de Alava, muy cerca de las estribaciones de la Sierra de Cantabria, desde cuyo balcón se pueden observar pueblos tradicionales de la cultura vitinícola de la zona, como Elciego, Laguardia y Villabuena de Alava, que es donde se encuentra la bodega.

Los orígenes de la Bodega se remontan a la Bodega Familiar de Luis Cañas, con más de dos siglos de historia. Sin embargo, fue en 1.970 cuando Luis Cañas comercializó vinos embotellados, que había vendido a granel hasta entonces. En 1.989, su único hijo, Juan Luis, toma las riendas de la bodega, potenciando la elaboración de vinos con crianza y empieza a trabajar en lo que sería la bodega moderna, que estrena en 1.994. All nace, en 1.995, el vino Amaren, que significa 'de la madre' en euskera, en homenaje a su madre Angeles.

El proyecto fue más allá, con la creación de la Bodega Amaren en 2.009, en la localidad comenzando con dos vinos: nuestro vino de hoy, el Angeles de Amaren, y el blanco fermentado en barrica.

La filosofía de la Bodega es la 'búsqueda de la perfección en todos los campos: el viñedo, la selección, la elaboración y la crianza para que los vinos emocionen y hagan disfrutar' a los clientes.

Bodegas Amaren posee 22 ha de viñas de más de 60 años y 30 ha de entre 30 y 60 años, algunas zonas con cepas de edad media superior a 100 años, ubicadas principalmente en laderas y terrazas, sobre tierra pobre, ideal para conseguir uvas de la máxima calidad.

Fuente: www.bodegasamaren.com

Paarte de los dos vinos mencionados, la Bodega elabora un tinto de Crianza de Tempranillo y Garnacha, un Reserva de Tempranillo, y un varietal de Graciano de viñedos de más de 60 años.

Nuestro vino de hoy, el Angeles de Amaren, es considerado un vino de autor, elaborado con un 85% de uvas de la variedad Tempranillo, y un 15% de la variedad Graciano. Por lo tanto, este vino difiere un poco de los coupages más tardicionales de Rioja: en los que la mezcla de Tempranillo, Graciano, Mazuelo y Garnacha.

Para su elaboración se utilizan uvas procedentes de parcelas con una densidad de plantación de 4500 kg/ha, edad media de 50 años. Tras una doble selección en mesa de racimos y bayas, se extrae el mosto que se fermenta en barricas de acero inoxidable, pasando posteriormente a la fermentación maloláctica en barricas nuevas, mitad de roble francés y la otra mitad en americano), para luego pasar a la crianza durante 16 meses. El embotellado se realizó, para esta añada de 2.010, en Julio de 2.013, es decir, aproximadamente 36 meses después de la vendimia, lo cual nos indica que la afinación en botella antes de su salida al mercado rondó el año.

La comercialización del vino se realiza en botellas Bordelesas Imperiale (tronco-cónicas) de color caramelo oscuro. La etiqueta frontal, también tronco-cónica y alargada, de color blanco, acentúa la elegancia de la presentación. en la parte superior de la etiqueta se observa la mención a la d.O. Rioja, seguida del nombre del vino en dos tipos de caracteres: manuscrito para el nombre de la madre de Juan Luis Cañas, y uno más tipográfico para el nombre de la Bodega. Le sigue, en letras amarillas, las variedades de las que está compuesto, y nuevamente en negro la añada. La mitad inferior de la etiquetacontiene el logo de la misma en amarillo, sobre puesto al nombre y la localización, en caracteres manuscritos negros. Esa parte de la etiqueta está salpicada de puntos en sobrerrelieve, ligeramente brillantes, que le da un tacto muy agradable e impresión de cuidado y calidad en el diseño.

La etiqueta trasera es también blanca, esta vez rectangular y bastante alargada, y la parte superior repite la estructura e información de la frontal. En la parte central se da información sobre el vino: tipo de uvas y proporciones, cantidad de botellas de la añada (73.00 unidades), fecha de embotellado y temperatura de servicio, seguidas de los datos de la bodega, terminando en la dedicatoria de Juan Luis Cañas a su madre. En la parte inferior derecha se pueden observar el volumen de la botella (75 cl) y el contenido de alcohol del vino (14,5%).

Una vez servido en la copa, el vino presenta un precioso color granate, brillante, sin defectos aparentes,  y una capa media alta. Su degradación en el ribete es hacia el color de la fresa madura. La agitación de la copa produce la creación de lágrimas más bien separadas, de caída a velocidad media por el cristal.

Olfativamente parte de una intensidad media a copa parada, y al agitarla proporciona inmediatamente un agradable aroma a frutos rojos dulces y maduros, donde destacaría la fresa y la frambuesa, seguido de un marcado acento especiado, de condimentos mediterráneos (Juan Luis Cañas destaca el laurel, romero y clavo, aunque yo no llego a tanto detalle), así como un toque de regaliz negro muy agradable. Estos aromas secundarios se potencian en el retrogusto. La madera, en mi opinión, no aporta presencia muy notable, por lo que me dio la impresión más cercana a un vino joven que lo que su larga crianza podría indicar. Lo que si podría resaltar es que no me parece el típico vino de Rioja, algo que también indica el dueño de la bodega en el videoclip que se puede ver en su página web

En boca, se trata de un vino ligeramente untuoso, de cuerpo medio, bastante homogéneo en las papilas gustativas, con taninos con cierto brío (lo cual aumenta esa impresión de vino joven y moderno) pero dulces y agradables. Tanto longitud como permanencia se pueden considerar más que aceptables.

Yo opino, como los representantes de la bodega, que es un vino adecuado para guisos y pescados grasos como el bacalao y rodaballo, y añadiría arroces, especialmente los melosos. Lo probé con chocolate negro, y allí no me pareció tan apreciable como desde la bodega nos indican.

Se trata de un vino recomendable para los que quieran probar un Rioja atípico, a un precio aceptable para sus 'prestaciones' de unos 17 € por botella.

Le doy un 7/10 de valoración.