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sábado, 28 de marzo de 2015

Petit Hipperia - 2011

Hoy tenemos un vino acogido a la Indicación Geográfica protegida Vinos de la Tierra de Castilla: el Petit Hipperia de la añada de 2.011. Es producido por la Bodega Pago de Vallegarcía,

Sobre la I.G.P. vinos de la Tierra de Castilla ya hablamos en la entrada de El Linze.

Pago de Vallegarcía en Retuerta del Bullaque, en las faldas de los Montes de Toledo, en la provincia de Ciudad Real, a unos 90 km al Noroeste de la capital de la provincia. Pertenece a la asociación Grandes Pagos de España, que promueve la elaboración de los denominados vinos de pago, específicos de un terruño determinado, con unas condiciones de suelo, subsuelo y clima únicas. Este concepto está emparentado con los famosos Cru de Burdeos o los Climat de Borgoña. Aunque no es técnicamente correcto, hay quienes sitúan el Vino de Pago en un nivel superior a los de Denominación de Origen. Lo que si es cierto es que el Vino de Pago solo puede ser elaborado siempre a partir de frutos del mismo viñedo, sin mezcla de ningún otro y en una bodega que esté en las proximidades del viñedo. Pertenecen a esta asociación bodegas bastante renombradas y con vinos de calidad, como por ejemplo: Aalto, Abadía Retuerta, Pagos Marqués de Griñón, Finca Valpiedra, J. Chivite, etc. La asociación participa activamente en diversos eventos en los principales países consumidores como UK, USA, Japón, etc. promoviendo los vinos que produce y el concepto que representa.

La Bodega Pago de Vallegarcía, fundada en 1.993 por D. Alfonso Cortina de Alcocer, comenzando la elaboración en un principio en la vecina bodega Dehesa del Carrizal, hasta la construcción de sus propias instalaciones, finalizada en 2.006.

Produce sus vinos a partir de diferentes variedades de uva procedentes de sus viñedos de 31 ha  (6 ha de Merlot, 8 ha de Cabernet Sauvignon, 3 ha de Cabernet Franc, 2 ha de Petit Verdot, 7 ha de Syrah y 5 ha de Viognier) situada a unos 850 m sobre el nivel del mar, con clima continental. Bajo la dirección técnica del enólogo Alfonso Hornos, elabora y comercializa las marcas Hipperia (Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot y Petit Verdot), Petit Hipperia, Vallegarcía Syrah, Vallegarcía Viognier y Miriade (Viognier con 6 meses de crianza sobre lías). Su producción está alrededor de las 80.000 botellas/año.


Fuente: www.retuertadelbullaque.com

El Petit Hipperia está compuesto de un 40% de uvas de la variedad Cabernet Franc, 30% de Cabernet Sauvignon, 20% Merlot y 10% Petit Verdot. La recogida de la uva se realiza a mano por parte de unas 40 mujeres, que colocan cuidadosamente los racimos en cajas de un máximo de 15 kg. Antes de ser despalilladas y estrujadas, las uvas pasan por una mesa de selección. Las uvas estrujadas entran en las cubas de acero inoxidable con sistema de enfriamiento automático (la bodega cuenta con 24 de ellas) donde en primer lugar se enfrían a 8 ºC durante un tiempo entre 72 y 96 h, en lo que se denomina maceración prefermentativa en frío, y que sirve para extraer los aromas frutales, para continuar con una fermentación de entre 21 días (Merlot y Cabernet Franc) y 28 días (Cabernet Sauvignon y Petit Verdot) con múltiples remontes para extraer los compuestos deseados.

La crianza se realiza en el interior de la bodega, en su parque de unas 1.000 barricas de roble francés, a una temperatura constante de 15 ºC y humedad del 80%. El tiempo en barrica depende de la variedad y de las características de la añada,y que para este vino ronda los 12 meses (en la ficha del vino de la bodega hay una incongruencia entre la mención a la crianza de 8 meses y posteriormente el de entrada en crianza en Marzo de 2.012 y embotellado en Mayo de 2.013). El vino resultante tiene una graduación alcohólica de 15% y azúcares residuales de 2,2 g/l.

La Guía Peñín lo puntua con 89 ptos, y la añada de 2.011 ganó la Medalla de Oro en el prestigioso concurso internacional Mundus Vini de 2.014.

Ya que es este el primer vino del blog con un coupage donde la variedad mayoritaria es el Cabernet Franc, y con cierto contenido de Petit Verdot, me gustaría hacer un breve inciso para hablar rápidamente sobre las características de estas variedades.

Cabernet Franc: Es una de las variedades principales de uva, especialmente adaptable a climas difíciles y que se usa mucho en Francia en combinación con Cabernet Sauvignon y Merlot, debido a su baja aportación tánica y de pigmento, pero mayor aportación aromática, siendo este un coupage muy del estilo de la zona de Burdeos. Algunas investigaciones la emparentan con nuestra variedad autóctona del Bierzo: la Mencía, donde supuestamente pudo llegar por medio de los peregrinos del Camino de Santiago. Más adelante hablaré de este detalle en los comentarios de la cata. Los aromas que desarrolla esta variedad, dependiendo por supuesto del suelo y del clima, pasan por el tabaco, las frambuesas, cassis e incluso violetas.

Petit Verdot: Variedad que se suele usar en un porcentaje no mayor del 10% para aportar acidez, taninos, aroma, color y graduación alcohólica. Aporta aromas de frutos rojos, moras, ciruelas y caramelos de moca.

El producto se nos presenta en una botella bordelesa tradicional de 75 cl, con una etiqueta principal blanca, grande y grande, que muestra en primer plano el moderno dibujo de un caballo, diseñado por el artista Joao Colaco. Bajo el caballo se encuentra el nombre del vino y su añada. En la parte baja se encuentra la firma y el nombre del artista y a su derecha el logo de los Vinos de la Tierra de Castilla.

La etiqueta trasera es de una forma y tamaño similar, y contiene, de arriba a abajo, el dibujo de una yegua y su cría, seguido de la marca y añada del vino, las variedades de uva de las que está elaborado, así como textos que hablan de que esta es una edición limitada en homenaje al símbolo de la bodega: el caballo. Siguen los datos de la Indicación Geográfica, el contenido de alcohol y el volumen de la botella, para finalizar con la localización de la bodega y en la esquina inferior derecha la mención a los Grandes Pagos de España.

A la vista, el Petit Hipperia presenta un bonito y brillante color cereza madura, bien cubierto y con ribete que tiende hacia un tono hacia el violeta muy claro.

Al acercar la nariz tiene una intensidad media a copa parada, servido con agitador, que rápidamente despliega vapores intensos al agitarlo en la copa. A una primera impresión de frutos rojos dulces y maduros, más tendente a la frambuesa, sigue un sutil aroma floral, yo no lo identifiqué a priori pero mi mujer asegura que es a violetas. La ebanistería fina y balsámica, así como cierto tono especiado, diría que pimienta negra muy tenue, completan un olor con cierta complejidad, bastante agradable en su conjunto. Me gustaría añadir que, en conjunto y desde la primera aspiración, se me asemejó mucho a los vinos del Bierzo de la variedad Mencía que he probado. Todo esto fue antes de ver la composición del vino, y antes de leer sobre la variedad Cabernet Franc, en la cual no estaba versado. La relación de los expertos entre estas dos variedades me confirma que quizá mi impresión no está tan equivocada. En general, también, me recordó algunos vinos franceses, lo cual es evidente ya que este coupage es, como comentábamos, muy utilizado en Burdeos. Diría que este vino se diferencia de otros similares franceses en la ausencia de una componente vegetal que normalmente he encontrado en estos.

Después de un muy buen comportamiento en nariz, lo bueno es que en boca no defrauda. La activación de las papilas es más notable en la punta y los laterales de la lengua, con un amargor final que le da una longitud notable. Los taninos son suaves y dulces. Quizá es en la permanencia es donde podría estar su característica menos favorecedora, aunque tampoco la calificaría de escasa. Es un vino de cuerpo más bien ligero. Diría que es moderno y quizá más cercano al gusto femenino (aunque ya se que sobre lo que significa esto se puede debatir mucho). La retronasal confirma su frutosidad, las especias y, una vez más, el fondo floral que tanto mi mujer como yo, cada uno por separado, le hemos encontrado.

Me gustaría añadir una característica importante, y es que es un vino que evoluciona muy positivamente a la oxigenación. En la copa va mejorando paulatinamente, y al guardarlo al vacío y volverlo a abrir al día siguiente, presentó una mejoría mayor todavía.

Su precio está entre los 11,5 y los 12,5 €, y me parece bien ajustado a la calidad del producto que se nos ofrece. Me parece un buen aliado de carnes, jamón serrano y algunos quesos (habría que probar cuáles maridan mejor).

Me ha gustado bastante. Le doy un buenísimo 7,75/10, y recomiendo tener alguna botella para sorprender en alguna reunión con gente con gusto por el vino, incluso para jugar a hacer alguna cata ciega. Se puede pasar un buen rato con él en este sentido.

sábado, 21 de marzo de 2015

Cosme Palacio - Crianza 2009

Hoy tenemos un vino tinto de Rioja: el Cosme Palacio Crianza, de la añada de 2.009, elaborado por Bodegas Palacio en la localidad de Laguardia, provincia de Alava, a unos 18 km al noroeste de Logroño, por lo tanto en la subzona de la Rioja Alavesa dentro de la D.O.Ca. Rioja.

Sobre la D.O.Ca. Rioja ya hablamos en la entrada del Marqués de Riscal Reserva 2010, por lo que centraré el comentario en Bodegas Palacio, ya que es el primer vino de esta bodega que comento en el blog.

Se trata de una bodega fundada en 1.894 por Don Cosme Palacio y Bermejillo, aplicando desde el principio técnicas bordelesas para la elaboración de sus vinos. Tras un tiempo en que el fundador emigró a la Ribera del Duero debido a la epidemia de filoxera en la Rioja, en 1.904 regresa a sus orígenes, creando en 1.916 la primera de sus marcas reconocidas: Castillo de Rioja. En 1928 nace la marca Glorioso, siendo muy apreciada especialmente en su versión de Grandes Reservas.

En 1.972 la familia Palacio vende las Bodegas a los Domeq, y en 1.974 se ponen en funcionamiento las nuevas bodegas, con las más novedosas técnicas de vinificación. Pasa a formar parte del Grupo Seagram, quien en 1.985 la cede a un grupo de accionistas liderado por el francés Jean Gervais mediante un management buyout. Se crea la marca Cosme Palacio en honor al fundador de la bodega, considerado el primer "vino de autor" o de corte moderno en La Rioja. Se emplean en su elaboración técnica "revolucionarias" en la zona para la época: selección de racimos, largas fermentaciones, temperaturas controladas y uso de barricas nuevas de roble francés para su crianza.

En 1.998 el Grupo de Bodegas Hijos de Antonio Barceló se hace con la propiedad, aportando una moderna gestión empresarial y una potente estructura comercial. Este Grupo es otro de los Grupos vinícolas tradicionales, nacido en Málaga en 1.876, hoy en día pertenece a su vez al conocido Grupo Entrecanales (hoy en día Acciona) y cuenta con bodegas en algunas de las principales denominaciones de origen como Ribera del Duero, Toro y Rueda.


Fuente: www.bodegaspalacio.es

Las principales marcas que elabora y comercializa Bodegas Palacio en sus instalaciones con capacidad para unos 8 millones de litros/año son: Milflores (rosado, blanco de la variedad Viura, tinto de maceración semi-carbónica y tinto de Tempranillo), Castillo de Rioja (joven, crianza y reserva), Glorioso (crianza, reserva y gran reserva), Cosme Palacio (blancos de Viura y Viura-Malvasía y tintos de Tempranillo y Tempranillo-Graciano) y Cosme Palacio Especial (reserva de Tempranillo).

El vino tiene una presentación clásica: botella bordelesa de 75 cl, con una etiqueta principal blanca con el escudo de la bodega y el nombre del vino en primer término, en letras doradas, seguido más abajo por el nombre de la D.O. y el tipo de vino y añada.

La contraetiqueta, también blanca, contiene la marca, tipo de vino y añada en primer término, seguido de un párrafo donde se hace una mención breve a la bodega y una pequeña nota de cata. Más abajo la D.O., el contenido de alcohol del 13,5% y el volumen de la botella, finalizando con los datos de la bodega.

Me parece, como dije, una presentación clásica pero que intenta reflejar un producto de calidad.

A nivel internacional, este vino/añada obtuvo una medalla de plata en el Concurso francés Vinalies Internationales, y The Wine Advocate lo valoró con 89 puntos.

El proceso de elaboración del vino incluye la selección de los mejores racimos de la variedad Tempranillo, fermentación a temperatura controlada de 27 ºC, maceración controlada durante 28 días. La crianza se realizó durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés hendido de 225 l, y un reposo en botella de 10 meses antes de su comercialización.

Visualmente, el Cosme Palacio Crianza de 2.009 tiene un hermoso y brillante color cereza oscuro, límpido y con un ribete que está a medias entre color fresa, salmón y ciertos reflejos amarillentos de teja que informan sobre su estancia en la madera. Las lágrimas no aparecieron con demasiada profusión, cayendo más bien lentas por la superficie de la copa una vez agitada.

En nariz, partiendo de una intensidad media a copa parada (servido con agitador), despliega al agitarla un fresco aroma a frutos rojos maduros (sobre todo parecido a las fresas y frambuesas dulces) asociables a la variedad de uva de la que procede. También son muy notables y agradables los toques de madera balsámica, con un fondo como de regaliz dulce, finalizando en un agradable aroma que para mi está a medias entre el café y el cacao. En algún momento, entre la madera balsámica, diría que aparecía una leve reminiscencia floral que, pese a no haber visto en ninguna nota de cata de este vino, no quiero dejar de mencionar.

En boca me pareció un vino muy equilibrado, fresco, de ataque homogéneo a las papilas gustativas, con un cuerpo suficiente, así como más que aceptable longitud. Quiero destacar especialmente que me pareció un vino con muy buena persistencia, cuyo regusto se mantiene en el paladar un buen tiempo después de ingerirlo. Los taninos resultaron dulces y solo un poco menos que sedosos, con cierta astringencia. Creo que es en boca donde el vino nos ofrece sus mejores características.

En retronasal, los vapores balsámicos y la fruta dominan las sensaciones, aunque el regustillo final muestra otra vez la componente mazcla de café/cacao que mencionaba en nariz.

Lo tomamos con una carrillada de cerdo que preparó mi suegro con una buena salsa, con un magnífico resultado. Con queso muy curado también podría decir que es muy recomendable.

Su precio de 13,50 € no está mal para lo que nos ofrece, aunque quizá por un poco menos resultaría más atractivo. Un buen producto con una buena presentación.

Lo valoro con un 7/10.

Sierra Cantabria Edición Rojo y Edición Negro - 2012

Hoy vamos a hacer algo novedoso en el blog, y es comentar dos vinos al mismo tiempo. Se trata de los vinos tintos de la  D.O. Ca. Rioja Sierra Cantabria Edición Rojo y Edición Negro de Bodegas Sierra Cantabria, ubicada en la localidad de San Vicente de la Sonsierra, a 36 km al Noroeste de Logroño.

La existencia de dos vinos de la misma marca y añada monovarietales de uva Tempranillo , simplemente con una diferencia de etiquetado, me ha parecido una excelente idea de marketing, ya que a mi modo de ver es una llamada de atención a la curiosidad del consumidor. Se han creado para ser comercializados de manera exclusiva por el Club Vinoselección. No he podido ver más diferencia entre los dos que la altura a la que se encuentran los viñedos de los que proceden (525  a 600 m el rojo y 470 a 525 m el negro), por lo que asumo que la diferencia a nivel frutal es implemente la parcela entre las dos variantes. Esto nos permitirá hacer una particular variante de lo que se define como "cata horizontal".

La D.O.Ca. Rioja ya fue comentada en la entrada del Marqués de Riscal. El Consejo Regulador de esta D.O. calificó la añada de 2.012, la de los vinos que hoy nos ocupan, como "Muy Buena".

Bodegas Sierra Cantabria fue fundada en 1.957 por Guillermo Eguren, uno de los descendientes de una afamada familia de viti-vinicultores riojanos que se remonta a 1.870. En 1.980 el hijo de Guillermo, Marcos, tomó las riendas de la bodega, como director y enólogo de la misma, modernizando no solo el concepto de su firma sino toda la vitivinicultura riojana. Poseen actualmente unas 108 ha de viñedos entre Páganos y Laguardia, con un rendimiento medio de 5.000 kg de uva por hectárea, y de los cuales provienen el 75% de la producción, siendo el restante 25% comprado a viticultores de la zona.


Fuente: www.sierracantabria.com

La bodega elabora y comercializa las marcas provenientes de sus diferentes viñedos: Sierra Cantabria (Selección, Crianza, Reserva, Gran Reserva, Rosado y Garnacha), Viñedos Sierra Cantabria (Cuvée, Colección Provada, Finca El Bosque, Amancio y el blanco SC Organza), San Vicente, Viñedos de Páganos (El Puntido y La Nieta), Teso La Monja en Toro (Románico, Almirez, Vixctorino, Alabáster y Teso La Monja) y Dominio de Eguren (Protocolo - tinto, rosado y blanco -, Códice y Epico). 

Los vinos son elaborados con uvas de distintas variedades: Tempranillo, Viura, Malvasía Riojana, Garnacha Blanca, Garnacha y Graciano.

Una viticultura natural, combinada con los más modernos medios de control de la calidad y estados de maduración de la uva caracterizan a esta bodega. El proceso de elaboración incluye la vendimia manual de los frutos, junto con una cuidadosa selección de los racimos adecuados e incluso las mejores bayas en mesa, seguido de una fermentación a temperatura controlada en barricas de roble de 8.000 l. La fermentación maloláctica se realiza, dependiendo del tipo de vino, en barricas de roble nuevas o en depósitos de acero inoxidable. Para la crianza se utilizan barricas de 225 l, en el caso de los vinos que nos ocupan se realizó durante 9 meses en barricas de roble francés y americano en el caso del Edición Negro y 8 meses para el Edición Rojo.

Los productos se presentan en botella bordelesa tradicional, de color verde oscuro, y comparten características de la etiqueta, de color blanco roto, mostrando en primer término un grabado del perfil de San Vicente de la Sonsierra, con la Denominación de Origen en la parte alta y la marca y añada abajo. Las etiquetas están bordeadas por líneas color cobrizo en el caso de la Edición Rojo y en Negro en la del mencionado color. Las etiquetas traseras, en letras color teja, nos muestran unas pequeñas notas de cata que diferencian las características de cada uno de estos vinos, bastante coincidentes, como veremos, con las impresiones obtenidas al probar los vinos. Siguen a las notas de cata los datos de la bodega y, finalmente, el contenido en alcohol (del 14% en los dos casos) y el volumen de la botella de 75 cl. Estos elementos están enmarcados por un rectángulo cobrizo en el caso de la Edición Rojo y negro en la Edición de ese color.










































Sierra Cantabria Edición Negro:

Visualmente, presenta un color cereza oscuro madura, con ribete hacia color fresa. De capa media, no se aprecian excesivas lágrimas, y tienen una caída de velocidad media.

Al olfato presenta un intenso aroma frutal, en primer lugar frutos rojos maduros, con un fondo de arándanos muy maduros y dulces. He visto en las notas de cata la mención a un aroma particular que, si bien pude notar claramente, no pude descifrarlo hasta que lo leí: endrinas. Efectivamente, esta componente es y le da un carácter particular al vino. Luego vienen las agradables, balsámicas y bien integradas maderas finas y especias al fondo, completando un aroma agradablemente complejo.

En boca presenta un cuerpo no muy denso, un paso fluido, con activación homogénea en papilas, unos taninos sedosos y elegantes, acidez bastante bien controlada, buena longitud gracias a un agradable amargor final y permanencia que calificaría de media. En retronasal las endrinas y los leves tostados toman especial protagonismo.

Es, en mi opinión, un vino ligero, elegante y agradable.

Sierra Cantabria Edición Rojo:

A la vista tiene un aspecto muy similar a su edición hermana. Quizá un poco más cubierto que el otro.

Al olfato presenta también un intenso aroma frutal,  pero en este caso las frutas rojas parecen un poco más dulcificadas todavía en el anterior, como si habláramos de mermelada o compota. El fundo de frutos negros aparece en este caso remplazado por especias dulces y unos secundarios más notables. Culmina en un fondo más dulzón, como de cacao y una impresión de madera más balsámica que en el anterior. Buen aroma, más fresco que el anterior, aunque en mi opinión menos complejo.

En boca presenta un cuerpo ligero, un paso quizá más fluido todavía, también con activación homogénea en papilas aunque quizá con un leve remarcado mayor en la punta de la lengua, unos taninos también muy finos, buena acidez y una longitud y permanencia que me parecieron algo menores que en la otra edición. Una retronasal balsámica y fresca, con predominio de la madera fina y el dulzor de la mermelada al fondo confirman la impresión en nariz.

En suma, vino también ligero (un poco más), elegante y agradable, aunque en impresión general me agrada más el Edición Negro.

Me parecen vinos adecuados para acompañar de carnes en salsa, y también para tapas y comidas más ligeras.

El precio de comercialización de entre 9 y 12 € dependiendo de la cantidad de botellas que se adquieran está en un rango aceptable según nos acerquemos al límite inferior, aunque siendo una "edición especial" tampoco tiene una excesiva relevancia.

Al Edición Negro le doy una nota de 6,50/10 y al Edición Rojo lo puntúo con 6/10.

lunes, 16 de marzo de 2015

Castell de Raimat - Cabernet Sauvignon 2010

Hoy tenemos en el blog una D.O. inédita, Costers del Segre, representada por el vino tinto Castell de Raimat, monovarietal de Cabernet Sauvignon, de la añada de 2010. está elaborado por Bodegas Raimat (Grupo Codorniu) en la localidad del mismo nombre, a unos 16 km al noroeste de Lérida.

La mencionada D.O. Costers del Segre está situada en la provincia de Lérida, y está dividida en 7 subzonas: Raimat, Segrià, Urgell, Pallars Jussá, Artesa, Valls del Riu Corb y Garrigues. El artífice de la D.O. fue el director general de Codorniú y de Bodega Raimat, Manuel Raventos Artes, quien en 1983 junto con Ramón Siurana, director por entonces del Incavi (Instituto Catalán de la Viña y el Vino) decidieron que la alta calidad de los vinos de la zona fueran gestionadas por un Consejo Regulador, y por tanto la D.O. se constituyó en Mayo de 1.986 con 4 subzonas, ampliándose a 6 en 1.998 y a 7 en 2.005. En la actualidad son 39 las bodegas adscritas a la D.O., con una 5.000 ha de viñedo, con más de 600 viticultores.
Las uvas blancas recomendadas son múltiples, diríamos que las más importantes de las variedades nobles: Macabeu, Xarello, Parellada, Chardonnay, Garnacha Blanca, Riesling, Sauvignon Blanco, Moscatel de Alejandría, Malvasía, Gewurztraminer, Albarinho. El Moscatel de Garno Pequeño aparece como variedad autorizada.

Las variedades tintas recomendadas son: Garnacha Negra, Tempranillo (Ull de llebre), Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Trepat, Mazuela o Samsó, Pinot Noir y Syrah.

Los tipos de vinos regulados son blancos, rosados, tintos, espumosos de calidad, de aguja y de licor. Como en las otras D.O., se dividen los vinos según la crianza a la que sean sometidos en Crianza, Reserva y Gran Reserva.

La D.O. regula la densidad de plantación de entre 1.500 y 4.500 viñas/ha, con una producción máxima permitida de 120 hl/ha en cualquier tipo de vino con no más de 75 l de mosto o vino por cada 100 kg de vendimia.

La historia del Grupo Codorniu y Bodegas Raimat es ciertamente apasionante, y comienza en 1.551 fecha de la que datan los primeros documentos de la actividad vitivinícola de Jaume Codorníu, iniciador de la saga. Su hija Anna, última descendiente directa, se casó en 1.656 con el viticultor Miquel Raventós, cuyos descendientes han mantenido durante siglos la propiedad de la famosa bodega de San Sandurní de Noya. En 1.872, Josep Raventós consiguió elaborar la primera botella de cava y su hijo Manuel comenzó la construcción de las Cavas Codorníu en 1.885 (declaradas Monumento Histórico Artístico Nacional en 1.976) , y no fueron terminadas hasta 1.915. El nacimiento del grupo se considera en 1.914, cuando Manuel adquiere 3.200 ha en paraje yermo en Raimat que convirtió en viñedos de gran calidad con mucha dedicación y esfuerzo.

A partir de entonces el Grupo fue prosperando, y hoy en día posee un buen número de bodegas en diferentes zonas reconocidas tanto en España como en otros países punteros en el mercado del vino, entre las que podemos destacar: Bodegas Vizcaínas (Rioja), Legaris (Ribera del Duero), Nuviana y Veranza (Huesca), Masía Bach (Cataluña), Scala Dei (Priorat), Abadía Poblet (Conca de Barberá, Cataluña), Leiras (Rías Baixas), Marraso y Bodega Séptima (Mendoza - Argentina) y Artesa (Napa Valley - USA).

Como se puede observar, se trata de un verdadero buque insignia de la vitivinicultura española.

Bodegas Raimat produce las colecciones Clamor y Abadía (ambos con tinto, blanco y rosado), Terra (ecológico blanco de Chardonnay), Castell de Raimat (tintos y blancos monovarietales de diversas clases), Vallcorba y Colección Cava.

 Fuente: www.raimat.com                                                                                     www.lleidatur.com


Castell de Raimat es un monovarietal de Cabernet Sauvignon, de ahí mi interés en adquirirlo para comentarlo en el blog cuando lo vi en el supermercado, ya que esta variedad reina de la Región de Burdeos en Francia no cuenta con demasiados productos elaborados en España que no sean parte de un coupage con otras variedades. Para la elaboración de este producto, y bajo la dirección técnica del enólogo australiano Mark Nairn, se seleccionaron manualmente las mejores uvas de la cosecha y su fermentación se realizó durante 10 días a tempeatura controlada de entre 25 y 28 ºC con diversos remontados. La crianza se realiza durante 18 meses en barricas semi-nuevas de roble americano y francés, culminando con un mínimo de 6 meses en botella previos a su comercialización.

El producto se nos presenta en una elegante botella bordelesa de 75 cl verde oscura con el escudo de la bodega en el hombro, con dos etiquetas frontales, una superior negra con el nombre y escudo de la bodega en blanco y dorado, respectivamente, y debajo de ella una etiqueta blanca que contiene el nombre especifico del vino, la variedad con que está elaborado y una pequeña nota de cata en español y catalán. Debajo aparece la mención a la D.O. y el borde inferior está decorado con una litografía del Castillo de Raimat y los viñedos de la bodega. En la parte inferior derecha, para esta añada, han colocado una pequeña etiqueta circular en conmemoración de los 100 años de la bodega en blanco y dorado.

La etiqueta secundaria es blanca, con el nombre de la botella y del vino en caracteres negros y la variedad en rojo (importante ya que bajo esta misma marca se elaboran también monovarietales tintos de Tempranillo, Merlot, y Syrah). Sigue abajo una pequeña reseña a la viticultura de Raimat, para terminar en la parte baja con las indicaciones del contenido en volumen y alcohol del 13% en esta añada. Por último se encuentran los datos de la bodega y nuevamente la mención a la D.O. a la que pertenece el vino.

A la vista, el Castell de Raimat se nos presenta límpido y brillante, color cereza profundo con ribete que tiende hacia color teja, de capa bastante alta, con lágrimas cuya caída calificaría más bien rápida. En esta añada de 2.010, calificada por el Consejo Regulador como "Muy Buena", al igual que las 5 añadas precedentes) la graduación alcohólica es más baja que en las anteriores (que fueron de 14%), y eso se nota claramente al probar el vino.

La variedad de su uva se hace notar claramente en nariz. A partir de una intensidad aromática inicial media-baja a copa parada, despliega inmediatamente los tonos frutales maduros y la complejidad característica de los vinos de Cabernet Sauvignon, con ese tono vegetal y particularmente de pimientos tan característico de esta uva. La crianza se hace notar en una componente claramente achocolatada y torrefacta, como de cacao dulce tostado. Pude detectar también notas especiadas tipo pimienta y regaliz. En suma, un aroma atractivo y complejo, en la línea de calidad aceptable de vinos franceses de la misma variedad que he tenido la fortuna de probar en los últimos años.

En boca, el vino se muestra elegante, con un tacto de taninos aterciopelados. Quizá el contacto con las papilas gustativas no termina de ser homogéneo, ya que en mi caso predominó la activación de los laterales y el fondo de la lengua sobre la punta y la zona central. La acidez está bastante bien equilibrada y tiene cierta longitud gracias a un agradable amargor final y una permanencia que calificaría de suficiente. En  retronasal los tonos frutales y vegetales vuelven a predominar, con un final achocolatado bastante agradable.

En suma, un vino interesante de una variedad que no se prodiga demasiado en nuestro país en monovarietales, pero relativamente bien logrado. He probado vinos de Burdeos que me han gustado más, pero también otros que me han parecido de menor calidad que este.

Lo tomamos con un pisto de verduras que combinó muy bien. Recomiendo tomarlo con este tipo de comida por similitud con algunos de sus aromas ya descritos.

Creo que a un precio un poco más bajo que los 9,25 € de su precio medio lo harían más atractivo para tenerlo con más asiduidad en mi bodega.

Le doy un 6,75/10 de valoración total, y resalto especialmente su estupenda presentación.