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sábado, 13 de octubre de 2018

Solanera Viñas Viejas - 2015

Hoy nos vamos a la D.O. Yecla, con un vino tinto elaborado por Bodegas Castaño, y cuya añada de 2013 ha considerado Robert Parker entre los vinos con mejor relación calidad-precio del mundo, como en su momento sucedió con el Pruno de 2013.

Al ver esa clasificación de este vino, y dado el magnífico resultado del Pruno de 2.012, que fue denominado de igual forma anteriormente, no dudé en comprar este para comprobar si Mr. Parker, o el Sr. Luis Gutiérrez, su delegado en la Península Ibérica, habían tenido el mismo acierto que con el otro. La añada de 2.015 la han valorado con 92 puntos, habiendo llegado la de 2.013 a los 94 puntos.

Ya introdujimos hace bastante tiempo la D.O. Yecla y Bodegas Castaño en el artículo sobre el que, hasta ese momento, parecía ser el vino más conocido de la bodega, el Hécula de 2.012. En su momento ya valoré este vino de la variedad Monastrell, como un excelente valor a un precio muy contenido de 6 €.

Sobre Bodegas Castaño, añadir que sus tierras han aumentado actualmente hasta las casi 600 ha de viñedos, añadiendo las Fincas Casa Marta (9 ha), Hoya Muñoz (2 ha), Las Gateras (36 ha), Casa Igarza (14 ha) y El Cuadrado (51 ha, en la D.O. Jumilla), a las 500 ha que mencionaban en mi anterior artículo, situadas en las Fincas Las Gruesas (primer viñedo de la familia), El Espinal, Pozuelo y Arabí.

Por lo que puedo observar, las marcas siguen siendo las mismas o muy parecidas a las de 2.015, con la adición a la familia de "Esenciales" las marcas Alcaria y nuestro Solanera de hoy.

Este vino es un "proyecto" conjunto de Bodegas Castaño con el importador estadounidense de vinos Eric Solomon y bajo la supervisión del enólogo francés Jean Marc Lafage.

El Solanera Viñas Viejas de 2.015, se nos presenta en una botella del tipo Burdeos, de color caramelo oscuro, y posee dos etiquetas de color blanco: la frontal, muy elegante, con arabescos en relieve, bastante grande, ocupando casi todo el cuerpo de la botella, y con una presentación del nombre del vino simple y efectiva en el centro de la misma. Una etiqueta de las que me gustan.

La etiqueta trasera es del mismo tamaño aproximadamente que la frontal, y contiene el nombre del vino y su añada en la parte superior, seguido por un párrafo explicativo sobre el vino en una columna a la izquierda. En la columna de la derecha, se pueden ver los datos de contacto de la Bodega y, en la parte baja, se realizan las menciones a la D.O. y a los contenidos de alcohol del 14,5% y la capacidad de la botella de 750 ml.

El Solanera es un coupage de Monastrell (65%), Cabernet Sauvignon (20%) y Garnacha Tintorera (15%), con uvas procedentes de suelo calizo pedregoso con vetas arcillosas y arenosas, a una altitud de 750 m, de la Finca Casa Marta. La edad media de las viñas es de 70 años en la Monastrell y Garnacha, y de 32 en las de Cabernet Sauvignon. La fermentación y maceración se realizó en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de entre 26 y 28 ºC, y no se usaron estabilizadores en la elaboración de este vino. A continuación se realizó una crianza de 10 meses en barricas de roble francés (80%) y americano (20%).


























El vino nos muestra un color picota oscuro, de capa alta, con ribete que tiende a color granate, y produce multitud de finas lágrimas de caída más bien lenta por el cristal de la copa después de agitarlo, como corresponde a un vino de la graduación alcohólica mencionada. La superficie del vino es brillante y sin defectos.

Olfativamente, nos presenta una intensidad media a copa parada, y al agitarlo desprende inmediatamente un agradable e intenso aroma frutal, mezcla de frutos negros y rojos perfectamente identificables con el sotobosque mediterráneo, con las moras negras y las frambuesas, bastante maduras en todo caso. Continúa con un agradable toque de fina madera, con cierto dulzor más que probablemente aportado por ese porcentaje de crianza en barrica de roble americano, seguido de un cierto toque floral suave y agradable. Por último, un delicado toque mineral le aporta frescura y complejidad al resto de aromas predominantes. En retrogusto, me pareció que los frutos negros tienen todavía mayor predominancia, y las notas florales vuelven a aparecen al final de la inspiración.

En boca, se trata de un vino amable, de cuerpo medio, glicérico y con gran homogeneidad en el tacto a través de las papilas gustativas, y unos taninos dulces y compensados, aunque también con cierto brío. Tanto la permanencia como la longitud podría calificarlas de medias, suficientes para el tipo de vino en combinación con alimentos adecuados en su maridaje.

Lo tomamos con lomo de cerdo al horno, y el resultado fue bastante bueno, por lo que recomiendo beberlo con buenas carnes sin mucho condimento. Un poco de chocolate negro acompañado de este vino no está mal para el postre.

Estoy de acuerdo con Robert Parker en la valoración de este vino de entre 9 y 11 €, como uno de los de mejor calidad-precio del mercado, aunque en mi opinión no llega a sorprender tanto con el Pruno.

Le doy un buen 7,5/10 y, por supuesto, recomiendo probarlo sin dudar.