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viernes, 30 de octubre de 2015

Fusco - 2012

Hoy inauguramos la D.O. Ribeira Sacra en el blog con este vino tinto de la variedad Mencía, producido por Bodegas Albamar: el Fusco de la añada de 2.012.

Como es costumbre, primero hablaremos un poco sobre la D.O. para ponernos en situación.

La Ribeira Sacra se encuentra en una zona que comprende el sur de la Provincia de Lugo y el norte de la de Orense, en la Comunidad Gallega, en las riberas de los ríos Cabe, Sil y Miño. A pesar de que en un principio se pensó que el nombre de la zona provenía de la gran cantidad de Monasterios establecidos en su territorio, más adelante algunos historiadores han demostrado que tiene una traducción más probable como "Robledal Sagrado", siendo lo sagrado más relativo a antiguas tradiciones celtas que cristianas.

Aunque existe constancia de la existencia de vides antes de los romanos, a estos se les adjudica el desarrollo de la viticultura en la zona, con la construcción de bancales o terrazas colocadas en las escarpadas laderas a orillas del SIL donde plantaron las primeras vides que convivirían con las ya existentes especies silvestres. Dice la leyenda que los vinos de la zona eran demandados por los césares romanos, exportándose parte de la producción a la sede del Imperio. Como en tantas otras zonas de nuestra península, el relevo de los romanos fue asumido por los monjes de las ermitas y monasterios que a partir del S. VI empezaron a poblar la zona. Así la industria del vino continua desarrollándose hasta convertirse en uno de los principales motores económicos de la zona, hasta finales del XIX, cuando sufre el ataque de la filoxera, aunque realmente el impacto no fue tan dramático aquí. La solución de los portainjertos permite volver a retomar la vitivinicultura, primero para autoconsumo y más tarde para su comercialización a granel. Así siguió desarrollándose hasta que en 1.996 se crea la D.O. Ribeira Sacra, cuyo Consejo Regulador se estableció en la localidad de Monforte de Lemos, a unos 60 km al sur de la ciudad Lugo y a unos 50 al noroeste de Orense, las dos capitales de las provincias que contienen las tierras de esta D.O.

Fuente: myperfectwine.wordpress.com

Hoy en día la D.O. Ribeira Sacra abarca unas 2.500 ha. y unas 50 bodegas están certificadas por el Consejo Regulador, con una producción anual que ronda los 3 millones de litros y casi 200 marcas comerciales amparadas.

Fuente: www.lavozdegalicia.es
Fuente: www.casadulcinea.com

Las empinadas pendientes en las que se encuentran los bancales hacen imposible cualquier intento de mecanización del cultivo y la recogida de la vid, es por ello que se ha dado en llamar "viticultura heroica" a las labores en esta D.O.

El Reglamento del Consejo Regulador establece las variedades de uva que se pueden utilizar en los vinos (blancos y tintos) amparados por la D.O.: 
  • Las variedades tintas preferentes de la zona son las autóctonas Mencía, Branzellao, Merenzao, y además el Tempranillo, Sousón y Caíño Tinto. Son autorizadas la Garnacha Tintorera y la Mouratón.
  • Las variedades blancas son Albariño, Loureira, Treixadura, Godello, Doña Branca y Torrontés.
También establece las características analíticas y organolépticas como: el grado alcohólico, la acidez, el dióxido de azufre, así como las diferentes características a nivel visual, olfativo y gustativo.

En cuanto a las prácticas enológicas permitidas, los vinos de esta D.O. están divididos en Ribeira Sacra y Ribeira Sacra Summum, teniendo los primeros un contenido de uvas preferentes superior al 70% y los segundos, en el caso de los tintos, al menos un 85% de variedades preferentes, y al menos un 60% del total correspondiente a la variedad Mencía. Los tintos con el término "barrica" deberán haber pasado un mínimo de 6 meses de crianza de 500 l de capacidad máxima (3 meses y 600 l para los blancos). El rendimiento de los mostos no pueden ser superiores a los 65 l por cada 100 kg de uva, siendo este dato inferior al de otras D.O., que se encuentran entre los 70 y 75 l. Está limitado el uso d ciertos tipos de prensas para obtener los mostos que darán lugar al vino.

Por su parte, Bodegas Albamar es una bodega familiar que funciona desde hace 25 años. Inicialmente dedicada a la elaboración de vinos de la variedad Albariño, es a partir de 2.006 cuando Xurxo Alba toma las riendas del negocio, lo bautiza con su nombre actual y profesionaliza la actividad de la bodega dedicándose a tiempo completo a ella, aumenta la gama de sus vinos (inicialmente Albamar) con dos marcas de Albariño más (Alma de Mar y Pepe Luis), todos ellos integrados en la D.O. Rías Baixas; y nuestro Mencía de hoy con uvas procedentes de las montañas de la Ribeira Sacra en laderas de más de 45º de inclinación.

El Fusco de 2.012 se elabora con uvas seleccionadas de los viñedos más antiguos de la zona (no se especifica la subzona específica), se despalillan los racimos y se maceran las uvas durante 30 días (no se especifica la temperatura) con 4 remontados diarios. Tras ese tiempo se descuba, se prensa y se realiza la fermentación maloláctica, se clarifica, se filtra y se embotella. Se trata, pues, de un vino joven, sin crianza. 

Aunque no se especifica en la web de la Bodega, he sabido gracias a los amigos del blog Vino y se Quedó que Albamar tiene viñedos en alquiler en las poblaciones de Santa María de Nogueira y Ferreira de Pantón. También tienen allí una bodega en alquiler donde elaboran, además de nuestro vino de hoy, el Fusco Edición Especial Laias "Floreano". Esto explica como el vino está acreditado como Summum en a D.O. Ribeira Sacra.

El producto se presenta en una elegante botella borgoñesa de color caramelo oscuro, con una única etiqueta blanca, que cubre casi toda a circunferencia del cuerpo de la botella, y e que en la parte fronta muestra el logo de la bodega en la parte alta, seguido por el nombre del vino en la parte central, en caracteres negros y la letra "o" es un punto rojo brillante, creando un interesante y llamativo contraste con el negro del resto de los caracteres y el fondo de la etiqueta, ideal para llamar la atención en el lineal de un supermercado o tienda especializada. Debajo del punto aparece el dibujo de un lobo auyando en las laderas de montañas cuyos trazos se extienden hacia el lateral derecho de la etiqueta, que termina en ese extremo con la mención a la procedencia de las uvas con que se elabora el vino, las temperaturas de consumo óptimo y el grado alcohólico del 12,5% en volumen así como el contenido de 75 cl de la botella. En el extremo izquierdo de la etiqueta aparecen los datos de la bodega y la mención a la D.O. a la que pertenece el vino.


Visualmente, el Fusco 2.012 (añada calificada como Muy Buena por el Consejo Regulador), nos muestra un color cereza oscuro, con ribete que en sus reflejos color violeta nos confirma que se trata de un vino joven. La superficie es brillante y aparece sin defectos visuales o impurezas. Nos deja al agitar la copa múltiples lágrimas con una caída más bien rápida, como es de esperar en un vino ligero y con un contenido alcohólico no muy alto.

En nariz, se trata de un vino con intensidad aromática media-baja a copa parada. Al agitar la copa, se manifiestan en primera instancia aromas de frutos rojos silvestres, no demasiado maduros, seguidos de inmediato por notas vegetales y herbáceas bastante claras e intensas, de forma tal que invaden la fruta inicial. Quizá destacables entre ellas son las notas oliváceas. Un cierto toque balsámico fresco, así como una marcada mineralidad, cierran el círculo aromático de este vino que, en mi opinión, ofrece sensaciones distintas, pero no menos agradables, que otros vinos de Mencía que he probado, más frutosos y florales que este.

En retrogusto el tinte vegetal cobra claro protagonismo sobre una componente balsámica final.

En boca, se trata de un vino ligero, de cuerpo medio, con acidez bastante bien controlada, taninos amables, aterciopelados, una longitud bastante buena dado el agradable amargor que posee, y una permanencia que calificaría de media-baja.

En suma, me parece un buen producto, bien presentado, que a su precio de unos 8,5 € creo que está bien valorado. Me parece que con arroz (con lo que yo lo probé), tapas variadas, pollo en salsa puede quedar bastante bien.

Le doy una calificación de 7/10.

domingo, 18 de octubre de 2015

Valbuena 5º - 2009

Hoy el blog se viste de etiqueta para hablar sobre un vino elaborado por uno de los buques insignia de la armada enológica española: Bodegas Vega Sicilia y su tinto Valbuena 5º de la añada de 2.009.

Eloy Lecanda fundó, en 1.864, la mítica bodega en los terrenos de unas 2.000 ha que su padre D. Toribio Lecanda compró al Marqués de la localidad vallisoletana de Valbuena de Duero, a unos 40 km de la capital de la Provincia, y en pleno corazón de la zona dorada de la D.O. Ribera de Duero.

Las primeras vides fueron plantadas con sarmientos de las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Pinot Noir que D. Eloy compró en Burdeos. De sus frutos nacieron los brandies que fueron los primeros productos de la bodega, que rápidamente fueron reconocidos internacionalmente, al punto que en 1.880 recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica.




Fuente: www.revistaadega.uol.com.br


En 1.904, la importante familia vallisoletana Herrero se hace con la bodega, que la cede en alquiler a D. Cosme Palacio, que trae al enólogo Domingo Garramiola "Txomin" que realiza un gran esfuerzo por modernizar la vinificación y remodelar las instalaciones de la bodega según las modernas técnicas traídas de Burdeos a la zona de La Rioja, de donde proceden estos personajes. El resultad es la aparición de las primeras añadas del Vega Sicilia y del Valbuena. Las primeras añadas solo se distribuyeron a mode de presente para los buenos amigos de la bodega, en su mayoría pertenecientes a la burguesía o la aristocracia de la época, de allí el aura de exclusividad que se creo en torno a ellos desde el principio.

Fuente: www.bodeboca.com


El primero de los premios importantes para los vinos de Vega Sicilia llega para las añadas de 1.917 y 1.918 en la Expo Mundial de Barcelona de 1.929. A la muerte de Garramiola, queda a cargo de la bodega su delfín Martiniano Renedo. En 1.951, la familia Herrero vende la bodega a la familia Prodes, y en 1.956 otro de los grandes personajes de la bodega, Jesús Anadón (promotor de la D.O. Ribera del Duero), es nombrado director, puesto en el que permanece durante varias décadas. Siguen años en los que la bodega es renovada y modernizada casi en secreto con el capital de un venezolano llamado Miguel Neumann, quien en 1.982 la vende a la familia Alvarez (fundadores del Grupo de Servicios y Limpieza Eulen), y rápidamente incrementa la superficie del viñedo desde las 80 a las 200 ha. La producción de la bodega se ha mantenido estable entre las 100.000 y 300.000 botellas (según la calidad de la añada) desde hace mucho tiempo, ya que sigue primando la calidad por sobre cualquier otro aspecto, al mando del consejero delegado Pablo Alvarez y de los enólogos Javier Ausás y su hermana Mercedes, que tomaron el testigo del anterior director técnico Mariano García, sucesor a su vez de Jesús Anadón.

La familia Alvarez creó el Grupo Tempos Vega Sicilia, con posteriores creaciones y adquisiciones de bodegas, y hoy en día está compuesto por Bodegas Vega Sicilia y Alión en Ribera del Duero, Bodegas Pintia en Toro, Bodegas Oremus en Tokaj (Hungría) y Bodegas Benjamín Rostchild-Vega Sicilia en Rioja, con una producción total que alcanza el millón y medio de botellas al año.

La casa produce hoy tres vinos: El Vega Sicilia Unico, Vega Sicilia Unico Reserva Especial (vino sin añada, producido por el método de soleras similar al de los vinos de Jerez) y nuestro vino de hoy: el Valbuena 5º Año.

El Valbuena está compuesto mayoritariamente de la variedad Tempranillo, procedente de viñas más jóvenes que en el caso de los Unico, y con una componente de Merlot que varía según la añada. En el caso de la de 2.009 esta componente fue de aproximadamente el 5%. Tanto la maceración como la fermentación se realizan en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. La crianza de este vino es de 5 años en total (de ahí su nombre) entre tinos de 20.000 l (los 5 primeros meses) y 16 meses en barricas de madera de roble americano y francés de 225 l  y posteriormente en botella en 2.011.



























El producto se presenta en una botella bordelesa de color verde oscuro, personalizada con el escudo de la bodega en relieve en el cuello y el nombre de la misma cerca de la base, en la misma vertical de la etiqueta principal, que es rectangular y de fondo blanco. Esta etiqueta muestra el nombre y escudo de la bodega en la parte alta, seguidos a continuación por una dibujo de la fachada del edificio principal de la bodega en color rojo. Debajo del dibujo se aprecia el nombre del vino, la denominación de origen y los datos de la bodega. Más abajo, en un recuadro, aparece la mención a la producción de la añada, consistente en 179.859 botellas de 75 cl, 3.556 Magnum y 161 Doble Magnum, así como el número de la botella en particular. Por último, en la parte baja se aprecia el contenido de la botella y la graduación del vino del 14%.

La etiqueta trasera, rectangular, blanca y pequeña, se limita a mostrarnos la leyenda del contenido de sulfitos del vino y la mención a la bodega que lo elabora.

La añada de 2.009 fue calificada por el Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero como Excelente, y este vino esta calificado como "Cosecha 2.009", ni crianza, ni reserva.

El Wine Spectator de Robert Parker calificó a este vino con un 94 en la añada de 2.009, y la Guía Peñín con un 95.

Antes de empezar, trasvasé el vino a un decantador, donde permaneció durante unos 20 minutos, con una temperatura de servicio de unos 17º. No se observaron precipitaciones en el fondo del decantador, lo que hace suponer que el vino tiene una fase de filtrado en su proceso de elaboración.

Al verterlo en la copa, el vino nos presenta un color picota muy profundo y bastante cubierto, límpido y brillante, con reflejos achocolatados y ribete tirando a ocre. Multitud de lágrimas de caída más bien lenta se pudieron apreciar al agitar la copa.

De intensidad aromática media a copa parada, despliega inmediatamente después de agitarla un aroma que ya desde el principio se puede calificar de muy complejo, con una dominante inicial de frutos dulces muy maduros tanto rojos como negros, mezclados con especias dulces, cacao y tabaco, y maderas muy finas y delicadas al fondo. La característica aromática principal en mi opinión es la gran armonía entre los olores, que además se pueden considerar indisociables. El retrogusto nos muestra todas estas componentes con un agradable final balsámico.

En boca, pude apreciar una entrada bastante golosa, un cuerpo muy notable, taninos dulces, elegantes y suaves pero firmes. Acidez perfectamente integrada, y sobre todo una longitud longitud excelente y permanencia muy notable.

Lo tomamos con unas estupendas fabes que preparó mi mujer para la ocasión, y solo puedo decir que el acompañamiento fue perfecto. A veces los platos de cuchara son grandes olvidados en los consejos sobre maridajes de vinos tintos de calidad.

Sobre su precio de unos 97 €, podría decir que se trata de un producto especial que debe tener un precio diferenciado. Evidentemente, no es un vino que la mayoría de la gente pueda disfrutar todos los días, pero me parece que vale la pena, por ejemplo, adquirirlo entre dos o tres amigos y así poder intercambiar ideas sobre las sensaciones que produce. Desde luego, considero que es un buen regalo si se quiere agasajar a alguien que sepa apreciar un vino de gran calidad.

La calificación que le doy a este vino es de 9/10.

lunes, 12 de octubre de 2015

Finca Moncloa - 2012

Hoy tenemos un vino tinto de la Tierra de Cádiz, que me traje de la Visita a Bodegas González Byass: el Finca Moncloa de la añada de 2.012.

En el artículo sobre la mencionada visita, me enfoqué en las Bodegas jerezanas de Tío Pepe. Hoy conoceremos que González Byass tiene bodegas en otras localidades e importantes Denominaciones de Origen en España: Cava y Penedés (Vilarnau), Somontano (Viñas del Vero) y Rioja (Beronia) y Vinos de la Tierra de Castilla (Finca Constancia) y Vinos de la Tierra de Cádiz (Finca Moncloa).


En el caso del vino que hoy nos ocupa, es elaborado por Finca Moncloa, bodega que tiene como objetivo principal "recuperar la tradición casi olvidada de elaborar vinos tintos en la provincia de Cádiz", en particular  utilizando la variedad autóctona Tintilla de Rota. Con esta finalidad, en 2.012 el Grupo adquirió 12 ha en las proximidades de Arcos de la Frontera (hermoso pueblo blanco a unos 35 km al este de Jerez de la Frontera).


Fuente: www.fincamoncloa.com

Hoy en día los terrenos de la Bodega se han incrementado hasta las 42 ha donde se producen principalmente las variedades Cabernet Sauvignon y Syrah, junto con otras variedades como Tempranillo, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y unas 3 ha de la recuperada Tintilla de Rota.

La Bodega produce, además del Finca Moncloa, el Finca Moncloa Colección Barricas y el varietal 100% de Tintilla de Rota. Su proceso productivo se basa en un cuidado y control especial en las vides, la selección manual de los racimos y la utilización de modernos procesos de vinificación.

Hagamos ahora un breve inciso para hablar de la I.G.P. Vinos de la Tierra de Cádiz. Esta Indicación se autorizó en 2.011, y cubre 11 municipios de la Provincia.


Fuente: www.juntadeandalucia.es

Las variedades de uva autorizadas son:
  • Blancas: Chardonnay, Garrido Fino, Macabeo, Montúa, Moscatel de Alejandría, Palomino, Pedro Ximénez, Perruno, Riesling, Sauvignon Blanc y Verdejo.
  • Tintas: Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y Tintilla de Rota, Mollar Cano, Monastrell, Garnacha Tinta y Graciano.
Los rendimientos permitidos por esta IGP son bastante altos, de 14.285 kg/ha para las variedades blancas y 11.500 kg/ha para las tintas.

Las características físico-químicas limitan el contenido en alcohol, la acidez y el anhídrido sulfuroso.

Las prácticas enológicas están restringidas en lo que se refiere a los tipos de recipientes utilizados, así como las temperaturas de fermentación.

Se establecen las características organolépticas para los diferentes tipos de vino: blanco, blanco con envejecimiento, rosado, tinto joven y tinto con envejecimiento, cada uno de esos tipos subdivididos en secos, semisecos, semidulces y dulces.

Hablemos ahora sobre la poco conocida variedad Tintilla de Rota, variedad autóctona de la región y parte del coupage de nuestro vino de hoy. Esta variedad, que ya fue utilizada por Gonzalez Byass a mediados del S. XIX, casi se extiguió debido a la masificación del cultivo de las variedad Palomino con la que se elaboran los brandies y el Fino. Actualmente la empresa ha rescatado unas 3 ha de esta variedad con la que se elaboran vinos dulces muy peculiares cuando la vendimia es tardía y, en vinos tranquilos, se utiliza para aportar intensidad cromática y acidez. De hecho, estudios genéticos demuestran que es la misma variedad que la Graciano (utilizada en los coupages característicos de La Rioja) pero con diferencias morfológicas debido al distinto clima y las peculiares características del suelo de la zona.

El Finca Moncloa es un coupage de las variedades Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, Tintilla de Rota y Petit Verdot, con uvas especialmente seleccionadas para su elaboración (solo una proporción de la vendimia total), con selección posterior en mesa de los racimos preseleccionados en el campo, maceración prefermentativa de 2-3 días a 13 ºC y y una crianza de 13 meses en barricas de roble americano y francés nuevas o máximo de segundo uso, en forma de monovarietales que luego se mezclan en el ensamblaje definitivo y a los que se añade un tiempo que ronda los 2 años en botella. Todo el proceso es supervisado por el enólogo José Manuel Pinedo.

La presentación del vino se realiza en una elegante botella bordelesa Imperiale de color caramelo, con una etiqueta frontal rectangular y pequeña, de color blanco roto, que contiene el escudo de armas de la bodega, el nombre del vino, su añada y la mención a su elaboración con uvas de viñedos propios. Todo ello sobre una serigrafía de una fotografía supongo que del pueblo donde se elabora.


La etiqueta trasera es rectangular, ocupando gran parte del cuerpo de la botella, del mismo color claro, que contiene, en la parte superior nuevamente el escudo y nombre de la bodega/vino, seguida de la mención al origen del vino por parte de la familia González. A continuación, en color rojo, se pueden observar las variedades de uva con las que está elaborado el vino. Posteriormente, la mención a la crianza y la limitación de producción a 44.176 botellas en la añada de 2.012. A continuación aparece un párrafo con una pequeña nota de cata. En la mitad inferior de la etiqueta se repiten los párrafos anteriores en inglés, y en la parte baja se muestran la mención a la I.G.P., los datos de la bodega y los contenidos de la botella de 75 cl y de alcohol de 14,5% en volumen.

A la vista, el Finca Moncloa muestra un color rubí bastante atractivo, brillante y sin defectos, con un ribete que tiende al granate, en una capa media. Deja, después de agitar la copa, multitud de gotas de caída más bien lenta, como corresponde a su contenido en alcohol y, seguramente, de glicerina.

A copa parada, tiene una intensidad olfativa media, y al agitarla despliega una gran variedad de aromas frutales maduros, tanto de frutas rojas como negras, que se combinan con finas notas balsámicas provenientes de su estancia en madera y, seguramente, del contenido de Cabernet Sauvignon, y además toques de especias dulces, probablemente provenientes de su parte de estancia en el roble americano, y también diría que algo de pimienta. La Syrah se hace presente con unas notas florales bastante definidas entre la complejidad de los aromas anteriormente mencionados.

En boca, se trata de un vino delicado, amable y elegante, con menor cuerpo que el que le suponía por su denso lagrimeo en el tránsito por las paredes de la copa. Produce una activación homogénea de papilas y paladar, aunque podría decir que la zona del dulce es ligeramente predominante. Los taninos son aterciopelados, supongo que bastante domados por el tiempo en botella, y bastante golosos. Tiene una acidez bastante bien equilibrada y un punto delicado de amargor que le aporta una buena longitud. La permanencia es más que suficiente, y se manifiesta una retronasal donde las frutas muy maduras vuelven a resultar protagonistas, junto con las notas balsámicas y de especias dulces.

Es un vino que entra muy bien con carne a la plancha y creo que también con platos de cuchara debe resultar muy agradable.

Su precio de 17 € me parece un poco por encima de lo que me gustaría pagar por este producto, quizá algo por encima de los 12-13 € me resultaría más adecuado.

Le pongo una buena nota de 7,5/10. Me parece un vino muy agradable y una buena forma de introducirnos en los vinos de esta tierra más conocida por sus vinos Finos, Generosos y Brandies.

lunes, 5 de octubre de 2015

Dom Cosme - Reserva 2007

Hoy retomamos los vinos internacionales con este vino tinto portugués de la Región del Alentejo, producido por la Fundacao Abreu Callado en la localidad de Benavila, a unos 170 km al noreste de Lisboa, y a unos 75 km al norte de la ciudad más importante de la región, la hermosa ciudad amurallada medieval de Evora: el Dom Cosme, Resrva de la añada de 2.007.

Lo tarjimos de una visita a Evora en la pasada Semana Santa.

Se cree que la viticultura comenzó en el Alentejo de la mano de la antigua civilización de los Tartessos, pobladores del sur de la Península Ibérica, seguidos de los Fenicios, los griegos y, ya con referencias históricas, los romanos, quienes organizaron el cultivo de la vid y la elaboración de los vinos, que han pasado a ser parte esencial de la identidad del Alentejo.

Fuente: www.didu.com.bra

Como en tantas regiones de España, también el vino alentejano tuvo momentos de esplendor como consecuencia de la cristianización del tardío Imperio Romano hasta la invasión árabe, que pese a tolerar las costumbre cristianas en un primer momento, fue radicalizándose hasta la desaparición total de los viñedos. La recristianización y creación del Reino Lusitano trajo de nuevo la cultura del cultivo de la vid a la zona, hasta llegar al S. XVII, donde los vinos de la zona se consideraron los mejores del Reino, esplendor interrumpido por la Guerra de Restauración y la creación de la Real Companhia Geral de Agricultura dos Vinhos do Douro, creada por el Marqués de Pombal para la protección de los vinos de la zona del Duero. A mediados del S. XIX, el gobierno portugués realizó una campaña de reinstauración de la agricultura en la Región, lo que causó un nuevo renacimiento del vino Alentejano, con un éxito internacional en la Feria de Berlín de 1.888. Dicho nuevo período de luces acabó de nuevo poco después con la llegada de la filoxera.

En los años 40 del siglo XX, la Junta Nacional do Vinho comenzó a dar pasos firmes en la recuperación de esta zona, y en 1.977 estableció el PROVA (Projecto de Viticultura do Alentejo) estableció los parámetros de calidad para el vino. En 1.983 se estableció la ATEVA (Associacao Técnica dos viticultores do Alentejo) para promover los cultivos de la vid. La primera Denominacón de Origen Alentejana nació en 1.988 y, un año después, se creó la CVRA (Comissao vitininícola Regional Alentejana) para certificar y regular todos los vinos de la región. Actualmente existen en el Alentejo la PDO (Protected Denomination of Origin) y la PGI (Protected Geographical Indication) que en nuestro equivalente serían los vinos de una DO (Denominación de Origen) y los de una IGP (Indicación Geográfica Protegida), siendo las regulaciones de la primera más estrictas que las de la última. La CVRA posee un laboratorio de certificación de las características físico-químicas de los vinos protegidos (contenido en alcohol, de sulfuroso, de azúcares, de ácidos, etc.), así como un panel de análisis sensorial para evaluar las características organolépticas.

Los últimos datos que parecen en la página de la CVRA son de 2.009 y hablan de unas 11.000 ha de viñedo, con un 80% de superficie de las variedades tintas, que producen un total de unos 35 millones de litros anuales (más otros 44 millones en la IGP de la región).

Es destacable que Portugal es el segundo país con mayor cantidad de variedades autóctonas, y que el Alentejo es cuna de muchas de ellas. Las variedades de uvas de la región son:

Tintas: Alfrocheiro, Alicante Bouschet, Aragonez, Cabernet Sauvignon, Castelao, Syrah, Touriga Nacional y Trincadeira.

Blancas: Antao Vaz, Arinto, Fernao Pires, Gouveio y Roupeiro.

La CVRA cuenta con una serie de tiendas donde se pueden probar los vinos producidos en la zona. Tuvimos la oportunidad de visitar la que se encuentra situada en Evora, y la verdad es que están muy bien montadas, con abundantes catálogos informativos sobre las variedades de uva, los vinos, bodegas y la Ruta de los Vinos del Alentejo, así como una nevera de escanciado de vinos donde se pueden probar algunas de las marcas antes de adquirirlas en la misma tienda.



La Fundacao Abreu Callado fue creada en 1.948 como institución de apoyo social para las zonas de Avis y Portoalegre, para dar apoyo a trabajadores retirados de la granja de sus padres, una de las más importantes del Alentejo, a los que ofrecía complementos dinerarios, medicinas y otras ventajas sociales. Al mismo tiempo, a sus hijos, les proporcionaba estudios en técnicas agrícolas y de otros tipos en la escuela que hoy lleva el mismo nombre de la fundación.

La fundación posee 52 ha de viñedos cerca de la localidad de Benavila, y datan de los años '50 del Siglo pasado. El enólogo Joao Silva e Sousa es el responsable técnico de la bodega, que posee los más modernos medios de control, elaboración y crianza.

Fuente: www.vinhosdealentejo.pt

Los vinos tintos que produce y comercializa la bodega son el Dom Cosme Reserva, Horta de Palha, Cadeira de Moira, Regional Alentejano, AC Reserva, Abreu-Callado Bag in Box, Portas do Maranhao e Infinitum Grande Reserva.

Los vinos blancos de la bodega son el Abreu Callado Branco y el Abreu Callado Branco Lágrima.

También producen los vinos licorosos Red Liqueur y White Liqueur.

Nuestro vino de hoy está elaborado en base a las variedades Touriga Nacional y Alicante Bouschet, un coupage típico de la zona, y solo se produce en años de calidad excepcional de la vendimia. El 2.007 tiene una serie limitada a 5.700 botellas. La crianza del vino se produce durante 12 meses en barricas de roble francés y americano.

Sobre la Touriga Nacional, la más importante de las variedades autóctonas portuguesas ya hablamos en el artículo del excelente vino Cabeca de Toiro. Por su parte, la Alicante Bouschet no es nativa de Portugal, donde llegó después de la epidemia de filoxera de finales del S. XIX, para repoblar los devastados viñedos de la zona. Es un cruce del Petit Bouschet (a su vez proveniente del cruce de las variedades Aramon y Tenturier du Cher) y la Garnacha, y produce vinos con poca personalidad y grado alcohólico, pero aporta profundidad de color y taninos, por lo que se usa en mezclas con otras variedades que aporten complejidad y acidez adecuadas.

El producto se nos presenta en una elegante botella bordelesa imperiale, de color caramelo amarronado muy oscuro, con una etiqueta rectangular estrecha y alargada que nos muestra una foto de la Fundación que lo produce, seguido del logo de la fundación y nombre del vino en formato vertical, por encima de la añada y la fotografía de Don Cosme de Campos Callado.

Esta estrecha etiqueta deja espacio frontal para las múltiples etiquetas de los premios obtenidos por el vino nacional e internacionalmente, entre los que destacan la medalla de plata del Concurso Internacional de Bruselas de 2.010, medalla de oro en el China Wine Awards de 2.012, Best Red en el Korea Wine Challenge de 2.013 y el Decanter 2.013.

La etiqueta trasera es también estrecha y alargada, no tan estrecha como la frontal, y nos muestra el nombre y la D.O. del vino en la parte alta, seguida de los contenidos en en volumen de 75 cl de la botella y de 14% en volumen de alcohol, así como una breve historia de la bodega , datos sobre la crianza del vino y una pequeña nota de cata, seguido de la temperatura de servicio y los maridajes recomendados. Finalmente aparecen los datos de contacto de la bodega.


























Visualmente nos encontramos con un vino muy cubierto, color picota profundo con reflejos marronáceos, como es de esperar de las variedades de las que procede, la superficie aparece límpida y critalina, aunque al decantarlo se puede observar que deja posos, buena noticia desde el punto de vista de su procesado sin filtrados. Las lágrimas que produce al agitar la copa son densas y glicéricas, de caída por lo tanto lenta.

Olfativamente, lo calificaría de intensidad media a copa parada, como suele suceder en los tintos, y en seguida despliega un agradable aroma a frutos negros, donde en mi opinión destacan los higos muy maduros, casi pasificados, seguido a continuación de agradables aromas de maderas nobles muy viejas, como si nos transportara a una una vieja mansión colonial. Siguen matices de tabaco, cacao y otras especias dulces.

En boca se puede observar que es un vino corpulento, glicérico, muy equilibrado en cuanto al ataque en las papilas gustativas,  con taninos amables, maduros y golosos. Es un vino "caliente" al tacto, con permanencia y longitud que calificaría de medias.

En retrogusto las maderas nobles y las especias dulces dejan un agradable recuerdo después de ingerirlo.

Lo tomamos con carne de cortes argentinos a la plancha, con un resultado muy agradable.

El precio de 20 € me parece adecuado al producto que se nos ofrece.

Me parece que se trata de un muy buen vino, altamente recomendable. Le doy una alta nota de 7,75/10. Si vais al Alentejo, no dejeis de comprar una botella. Es un vino distinto a los nuestros, por lo que es curioso de probar y compartir en una buena cena con amigos.

domingo, 4 de octubre de 2015

Ondarre - Reserva 2009

Hoy tenemos un vino tinto de la D.O.C. Rioja: el Ondarre Reserva de la añada de 2.009.

Este vino es elaborado por Bodegas Ondarre, S.A. en la localidad Navarra de Viana, a unos 8 km al norte de Logroño.

Sobre la D.O.C. Rioja y su Consejo Regulador ya hablamos hace tiempo en la entrada sobre el Marqués de Riscal, así que pasaremos directamente a hablar sobre la bodega que elabora este buen vino de la Rioja baja.

Bodegas Ondarre, fundada en 1.986, pertenece al Grupo Bodegas Olarra, afincado en Logroño, junto con Bodegas y Viñedos Casa del Valle, que es la apuesta del mencionado Grupo en Castilla La Mancha, más concretamente en Yepes (Toledo).

La producción de Bodegas Ondarre se compone exclusivamente de vinos de Reserva, blanco fermentado en barrica y algo de cavas. Las marcas que comercializa son los tintos Ondarre, Mayor de Ondarre, Señorío de Ondarre y Orden de Ondarre (solo para clientes pertenecientes al Club de barricas Orden de Ondarre); y los blancos de Viura Rivallana y Ondarre, así como los cavas con el nombre de la Bodega.


Fuente: www.grupobodegasolarra.com

Los vinos de esta bodega han recibido varios premios internacionales en muchas de sus añadas, como en Decanter, Wines and Spirits World Challenge, Mundus Vini, Bacchus, etc. En particular, nuestro vino de hoy en la añada de 2.009 ha recibido medallas de Oro en Mundus Vini (Alemania) e International Wine Challenge (UK);  de Plata en Berliner Wine Trophy (Alemania), Monde Selection (Bélgica) y Catavinum World Wine & Spirit Competition (España); y de bronce en el Challenge International du Vin (Francia). La Guía Peñín


El producto se nos presenta en una botella bordelesa de color caramelo, con una etiqueta frontal rectangular, no demasiado grande y más ancha que alta, con el nombre de las bodegas su blasón en tonos dorados en la parte alta, la añada del vino a continuación y, en el centro de la misma, en caracteres más grandes, la marca del vino, seguido más abajo por la condición de crianza y la D.O. En la parte más baja de la etiqueta, en tonos azules, un pequeño dibujo de la bodega y sus viñedos. En la esquina superior izquierda se destacan los premios recibidos.

La etiqueta trasera es mucho más alta, , también blanca, y contiene la marca en la parte superior, el tipo de vino y la mención a la D.O. Rioja. Después se indica la población de la bodega, y en el centro de la etiqueta información relacionada con la composición varietal del vino: 90% Tempranillo, 5% Garnacha y 5% Graziano/Mazuelo. Es decir, un coupage característico en los vinos de esta zona. También se puede observar el plazo de consumo óptimo (2.013-2.024), la temperatura de servicio y la mención a los 18 meses de barrica que ha tenido el producto en su crianza, sin especificar si han sido en las de roble francés o americano que dice poseer la bodega. En la parte baja, a la izquierda, se mencionan los volúmenes del 14% de alcohol y los 75 cl de la botella.

Visualmente, el Ondarre Reserva de 2.009 presenta un aspecto coherente con el tipo de vino que es y su crianza: un color rubí brillante, sin defectos, que tiende en el ribete al color teja con esa componente amarillenta que presentan los vinos de guarda prolongada. Múltiples lágrimas surgen después de agitar la copa, con caída a velocidad media por las paredes de la misma.

En nariz, diría que su característica principal es que es un claro exponente de un reserva riojano, con la fruta roja en primer plano y un pequeño toque sutil de frutos negros, esperable de un buen Tempranillo. A esto le sigue un toque de ebanistería fina combinado con trazas de especias dulces y no tan dulces que le aportan una agradable complejidad. Me pareció detectar algo de bollería y un leve licorizado final, que sobre todo me pareció más presente en el retrogusto.

En boca, nos ofrece un ataque bastante homogéneo en lengua y paladar, con taninos amables y sedosos y un cuerpo más que aceptable. No es un vino que calificaría de "caliente", más bien presenta cierto frescor, yo diría que por la finura de esos toques de madera que aprecié en la fase olfativa. Tiene una persistencia suficiente y un final medio-largo procedente de un suave y agradable amargor final.

Su precio de alrededor de 8 € me parece muy bien ajustado al producto, y diría que lo hace recomendable sobre otros vinos de reserva de Rioja de precio quizá un poco más bajo, pero que ofrecen sensaciones más discretas.

Diría que es una buena elección cuando se trata de acompañar carnes de cierta calidad. Sobre todo me lo imagino en una mesa donde se esté consumiendo carne a la piedra o a la parrilla que se sirva jugosa.

Le doy un buen 7,5/10.