Sobre la extremeña D.O. Ribera del Guadiana hablamos con anterioridad en la entrada del Los Balancines, con el cual pudimos comprobar que esta tierra es capaz de darnos excelentes vinos, como también podremos comprobar este de hoy.
El vino es producido y embotellado por Viñas de Alange, S.A., en la localidad de Alange, a unos 80 km al este de la capital de la Provincia: Badajoz.
Esta bodega pertenece al conocido Grupo Alvear, cuya historia arranca en Trasmiera, Burgos, A principios del S. XVI se traslada a Nájera (La Rioja). Allí Juan Bautista García de Alvear y Garnica fue alcalde, y posteriormente fue destinado a Córdoba como administrador de Rentas Reales. Allí nace Diego de Alvear y Escalera, el primer integrante de la saga vitivinícola. Diego se traslada a Montilla y construye la Bodega Alvear en 1.729. Sus propiedades y producción van aumentando hasta que a finales de siglo lleva un cargamento de vinos a Inglaterra. Destaca en la saga la persona de Carlos Billanueva, asistente de Diego Alvear y Ponce de León, descendiente del primer Diego, que vino e Argentina y forjó la gran relación de esta bodega con aquellas lejanas tierras. De sus iniciales nace el Fino C.B., marca centenaria y más reconocida de la casa, elaborada con las mejores uvas procedentes de los pagos de uva Pedro Ximénez que posee la empresa en la Sierra cordobesa de Montilla y Moriles. A través de los siglos la Bodega ha mantenido su carácter familiar, estando hoy en manos de la octava generación. Hoy en día la bodega vende en el exterior el 40% de su producción a 25 países, entre los que destacan Gran Bretaña, Holanda, Japón, Canadá y Australia.
En colabroración con la familia Losada Serra, los Alvear fundan la bodega Viñas de Alange, en medio de la Finca Palacio Quemado, de 4.000 ha con viñedos de diferentes variedades. Desde 2.010, la bodega hace una restructuración, encargándose el grupo Envínate, a través de los conocidos enólogos Roberto Santana, Alfonso Torrente, Laura Ramos y José Angel Martínez. Desde enero de 2.015 forma parte de la Asociación Grandes Pagos de España, que defiende y propaga la cultura del Vino de Pago, producido en un terruño específico que refleja la personalidad de su suelo y clima.
Fuente: www.grandespagos.com
Aparte de nuestro vino de hoy, la bodega comercializa los siguientes vinos:
- Palacio Quemado Tempranillo
- Palacio Quemado Crianza (100% Tempranillo)
- Palacio Quemado Reserva (70% Tempranillo y 30% Cabernet Sauvignon)
- Palacio Quemado La Zarcita (ensamblaje de diferentes variedades sin especificar por la bodega)
- Palacio Quemado Los Acilates (ensamblaje de variedades de la parcela Los Acilates, sin especificar)
El PQ Primicia es un vino 100% Tempranillo, con pequeña mezcla de Garnacha y Syrah, de uvas seleccionadas procedentes de la Finca Palacio Quemado, con fermentación alcohólica y maloláctica realizada en depósitos de acero inoxidable, y 4 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. La Guía Peñín le otorga 90 puntos.
La comercialización del producto se realiza en botella bordelesa tradicional de color caramelo oscuro, con una etiqueta frontal blanca, pequeña y casi cuadrada, en cuya zona central aparece el nombre y añada del vino, con los caracteres "PQ" en color cobre y encuadrados, y el resto en negro. Abajo de esto se menciona el nombre del Grupo Alvear y se hace mención a la D.O., también en caracteres cobrizos.
La etiqueta trasera es de color blanco, rectangular y tampoco demasiado grande, y en ella se observa en la parte alta el nombre y añade del vino con el mismo diseño que la frontal, aunque en gris y negro, seguido de un par de párrafos donde se habla de la filosofía de elaboración del vino y una pequeña nota de cata. Es una presentación sencilla y de calidad.
Al escanciarlo en la copa, nos encontramos con un líquido de color cereza oscuro, de capa alta, con ribete granate con reflejos violáceos que nos hablan de la juventud del vino. Su superficie es brillante y libre de defectos. Al agitar la copa, produce multitud de finas lágrimas de caída paralela, a una velocidad más bien rápida.
Olfativamente, a partir de una intensidad aromática media a copa parada, ofrece al agitarla una inmediata y agradable explosión de frutos rojos muy maduros y dulces, entre los que destacaría las cerezas, seguida de notables efluvios de maderas finas y balsámicas maderas, muy bien integrados en el bouquet, que se completa con toques especiados dulces, como regaliz, e incluso algo anisados.
En retrogusto las finas maderas cobran incluso un poco más de protagonismo, y se igualan a la exhuberante frutosidad de la fase olfativa.
En boca, se trata de un vino muy homogéneo en papilas y lengua, bien controlada acidez que lo hacen fresco en combinación con sus componentes balsámicas, un cuerpo más bien ligero y, sobre todo, unos taninos muy dulces, amables y estructurados, que hablan muy bien de la calidad de la uva y de su procesado en la extracción del mosto. Tiene una longitud suficiente gracias a un agradable amargor, y una permanencia media, también suficiente en combinación con alimentos adecuados.
Lo tomamos con carne de cerdo a la sal, y la verdad es que funcionó perfectamente.
Por un precio de alrededor de 7 €, me parece una muy buena elección si nos queremos salir de las D.O. tradicionales.
Le doy un buen 7,5/10, y os recomiendo que compreis alguna botella si lo veis en algún comercio. Segundo vino que pruebo de esta D.O., y segundo que me gusta bastante.
Cata el Primicia 2015, te encantará.
ResponderEliminarGracias. Lo buscaré.
Eliminar