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sábado, 22 de febrero de 2014

El comienzo de todo: Lynus crianza 2009

 Nunca fui un gran bebedor de vinos, limitando mi actividad a los famosos festejos comúnmente conocidos como "BBC". Esto cambió hace muy poco, específicamente en la Nochevieja de 2013. Estando fuera de Madrid pasando unos días de descanso en la costa, decidimos cenar en un restaurante con un menú especial, que detallaré para recordarlo en un futuro:
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- Caviar de Riofrío tradicional clásico, blinis y crema agria
- Tosta de queso Arzúa, anchoa San Filippo y miel de trufa
- Crema de puerros y langostinos con almendras tostadas
- Huevo a baja temperatura con esturión confitado, sobre patata tostada y alma de caviar
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- Gin tonic
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- Medallón de solomillo Wagyu (Kobe) con verduritas de temporada glaseadas
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- Cielo blanco
- Esponjoso de avellana crujiente
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Vinos

- Vino blanco: Jean-Paul Picard & Fils 2012
- Vino tinto: Lynus D.O. Ribera de Duero 2009
- Cava: Robert J. Mur brut nature & rosé
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Los entrantes con el vino blanco fresco y afrutado del Loira estuvieron bastante bien, en especial el caviar de alta calidad de la factoría granadina de Riofrío, de textura suave y un estupendo sabor, pero sería con la carne donde vendría la sorpresa en forma de botella con una elegante etiqueta surcada por una L en forma semi-diagonal.

A estas alturas no sabría como describir este vino, pero lo que si recuerdo con nitidez fueron las sensaciones que experimenté en la lengua y el paladar al combinarlo con la estupenda carne de Kobe. Lo recuerdo suave pero con personalidad, poco astringente y con gran mantenimiento del sabor al ingerirlo (más tarde aprendí que esto es lo que denominan los catadores un vino "largo").
Es muy probable que, con el paso del tiempo, este vino sea como el primer amor, esa persona que mitificas y recuerdas con apariencia de ángel y voz de sirena... Ha sido el tratar de adquirirlo lo que ha desencadenado el comienzo de esta afición de una forma más "seria", ya que nos ha llevado a mi mujer y a mi a pasar un magnífico fin de semana en Peñafiel, corazón de la Ribera del Duero, para tratar de comprarlo en su propia bodega de origen y, de paso, hacer un pequeño curso de iniciación a la cata, que detallaré en la próxima entrada del blog.

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