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domingo, 14 de diciembre de 2014

Martín Codax - 2013

Hoy tengo el placer de presentaros uno de mis vinos blancos favoritos: El Martín Códax de la variedad Albariño, perteneciente a la D.O. Rías Baixas, que ya comentamos hace unas semanas en la entrada del Terras Gauda.

La bodega Martín Códax fue fundada en 1.986, siendo su nombre en honor al famoso trovador gallego del  mismo nombre, por un grupo de viticultores de la zona. Actualmente forman la sociedad de 270 socios de la zona del Valle del Salnés, en la provincia de Pontevedra. La bodega se encuentra en la localidad de Cambados, a unos 30 km al noroeste de la capital de la provincia.


Fuente: www.martincodax.com

Bajo la dirección técnica de los enólogos Katia Alvarez y Luciano Amoedo, producen las marcas de vinos Burgans, Marieta (semi-seco), Martín Códax, Organistrum (parcialmente criado en barrica), Alba Martín, Mara Martín, Anxo Martín y, como es tradicional en esa zona de Galicia, también diferentes aguardientes y licores de hierbas y café. Todos los vinos son blancos y tienen la uva Albariño como base.

La bodega cuenta con varios premios internacionales, destacando para el que hoy nos ocupa una medalla de plata en el International Wine Challenge, una medalla de bronce en Decanter y medalla de plata en Selections Mondiales de Canadá.

El Martín Códax se elabora 100%  con la variedad Albariño, con las uvas recogidas a mano y colocadas en cajas de 20 kg para evitar que se aplaste, a lo que sigue una selección manual. Posteriormente se depalillan automáticamente, para luego pasar a la prensa neumática de extracción del mosto, con un rendimiento máximo de 58 hl/ha. La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada.

Tiene nuestro vino de hoy una presentación, en mi opinión, de mucha calidad. Comienza con una botella tipo borgoña modificada, con un cuello más largo de lo habitual que termina en un reborde en la boca con el nombre del vino grabado en el vidrio alrededor, y sobre el corcho tiene un lacre rojo en vez de la típica cápsula, por lo que se puede ver el grabado del corcho a través de las paredes translúcidas color verde de la botella. El cuello se completa con una etiqueta similar a una vitola de habano, que contiene un grabado y una pequeña reseña del trovador Martín Códax (S. XIII) en gallego.

La etiqueta frontal es de color crema dos tonos en líneas muy finas, y está coronada por la marca en caracteres que evocan los manuscritos medievales en color burdeos, bajo el nomv¡bre está la variedad de uva, y en el centro de la etiqueta se encuentra lo que debe ser un extracto de alguno de los poemas o canciones del mencionado artista medieval. Bajo el párrafo se hace mención a la D.O. Rías Baixas y por último la dirección de la bodega.























La contraetiqueta es del mismo color beige claro, con el nombre del vino y debajo otro extracto de versos del mencionado autor, seguido del tipo de uva , la D.O. y la dirección de la bodega. Es decir similar a la información de la eqtiqueta frontal pero con otra distribución en una etiqueta más pequeña y rectangular colocada en sentido vertical. En la esquina inferior izquierda podemos ver el contenido de 75 cl de la botella, así como el volumen de alcohol del 12,5%.

A la vista, el vino nos muestra un agradable color amarillo alimonado, límpido y brillante, con reflejos verdosos, tal y como está descrito en la hoja de datos de la bodega. Lágrimas difusas se pueden observar al agitar la copa, con movimiento más bien rápido de los restos de líquidos contra la pared de cristal.

De intensidad aromática media a copa parada, despliega inmediatamente al agitar la copa efluvios florales en primera instancia, como de flores blancas entre los que pude distinguir más claramente el azahar, como luego confirmé complacido en la hoja de datos. La componente siguiente son los aromas cítricos, que pude identificar más hacia el lado de los del tipo amargo como el pomelo o el limón que hacia los dulces como la mandarina o la naranja, que he poddido observar en alguna nota de cata. Por último una pequeña componente vegetal culmina lo que, a mi modo de ver, es un vino aromáticamente complejo, pero al mismo tiempo descrifrable en sus componentes.

En boca, lo primero que pude notar fue una muy leve aguja, que le da esa vitalidad que a mi tanto me gusta en los vinos blancos que la tienen. Una acidez muy controlada y una densidad tirando a ligera dan sensación de frescura, con una longitud y permanencia muy aceptables. El acompañamiento adecuado de este vino son sin duda alguna son los moluscos y crustáceos de las Rías Bajas gallegas.

No quiero dejar pasar un pensamiento que siempre viene a mi mente al tomar albariño fuera de Galicia, y es que me sabe siempre mucho mejor allí que fuera. Posiblemente en parte sean los buenos recuerdos de esas tierras, pero seguro que el especial microclima de la zona tendrá también mucho que ver...

El Martín Códax está a la altura de otros buenos vinos de elaboración artesanal tan característicos de la querida tierra gallega.

No le pondré una sola pega a su precio de alrededor de 9 €.

Le doy un 8/10, a riesgo de ser en esta oportunidad poco objetivo con un vino (tipo y marca) que está entre mis preferidos. Como se puede encontrar fácilmente en el mercado, os dejo a vosotros la confirmación de la valoración de este magnífico vino.

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