En primer lugar quiero dar las gracias a mi amigo Juanjo, experto catador amateur que ha hecho posible la cata de este exclusivo vino.
Yendo de lo general a lo particular, empecemos con la Denominación de Origen, por ser el primer vino que presentamos de la misma. La D.O. P. (la P es de "Protegida") Ribera del Jucar, creada en 2003, parte de la iniciativa de una serie de cooperativas y bodegas al sur de la provincial de Cuenca, y engloba una superficie total de unas 9000 Ha de viñedos. Según nos dicen en su página web, se caracteriza por la gran inversion en tecnología para eleborar vinos de gran calidad, basados en variedades de uvas diferentes a las tradicionales en el lugar, como el Moscatel, Tempranillo o Bobal. Finalmente, las variedades que se incluyen en esta denominación de origen son, en tintas, la Cencibel o Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Bobal, Petit Verdot y Cabernet Franc; las variedades de blancas son la Moscatel de Grano Menudo y la Sauvignon Blanc.
Fuente: web del Consejo Reulador de la D.O.P. Ribera del Júcar
La web del Consejo Regulador contiene el documento con el pliego de condiciones para que la producción de un vino o parcela pueda ser considerada dentro de la D.O.P. Las condiciones que regulan el rendimiento máximo de las parcelas son:
- Vinos procedentes de viñedos con conducción en vaso o en cabeza: 10.140 kg/ha y 75 hl/ha.
- Vinos procedentes de parcelas con conducción en espaldera: 12.170 kg/ha y 90 hl/ha.
El vino lo produce Bodegas Ana María Carretero Carretero, bajo pseudónimo Majanares, en la localidad de Casas de Haro. Por ahora comercializan solo este vino, a partir de uvas de la variedad Syrah, y uno de los basados en la técnica de maceración carbónica, a través de su enólogo Francis García de Cozar.
¿En qué consiste esta la maceración carbónica?
Se basa en realizar la fermentación del mosto contenido en la uva sin romperla, en un ambiente libre de oxígeno por la aportación de dióxido de carbono, ya que se trata de un proceso anaeróbico, por lo que dicha fermentación no se produce por contacto con las levaduras del pellejo, sino por la acción de las enzimas glicolíticas que contienen las uvas. Se realiza en unos 8 días a una temperatura de unos 35 ºC. Después de esta maceración, las uvas pueden ser prensadas para obtener un mosto que pasará a una segunda fermentación, esta vez siguiendo los pasos de vinificación tradicional.
El producto, con una tirada de solo 1000 botellas, se nos presenta en una botella bordelesa Imperiale, teñida de color caramelo oscuro, con una atractiva y cuidada etiqueta blanca conteniendo el logo de la marca, el nombre del vino, la variedad de uva y la añada, por debajo de una vanguardista y colorida representación de un viñedo.
El vino ha recibido reconocimiento a nivel nacional, contando en su palmarés con un Quijote de Oro, Premio al Mejor Vino Joven de Castilla-La Mancha; Baco de Oro 2013, concedido por la Unión Española de Catadores; Premio AMAVI (Asociación de Mujeres Amantes del Vino) y Medalla de plata en el Concurso Internacional del Nuevo Vino.
A nivel visual, el Casa La Loma presenta el aspecto correspondiente a este tipo de vinos: color picota oscuro con ribete violáceo, casi azulado, en degradación, aunque no tan cubierto como dicen los artículos que he consultado, ya que es más bien de capa media, límpido y brillante.
A nivel visual, el Casa La Loma presenta el aspecto correspondiente a este tipo de vinos: color picota oscuro con ribete violáceo, casi azulado, en degradación, aunque no tan cubierto como dicen los artículos que he consultado, ya que es más bien de capa media, límpido y brillante.
Su 14% de alcohol se notan en la profusión de lágrimas en la pared de la copa, de caída lenta.
En nariz, el vino se presenta, como era de esperar, franco, muy afrutado, dominando a mi entender la fresa y las cerezas, y al fondo, un aroma como de higos maduros muy agradable. También noté cierta componente floral. La intensidad podría calificarla de media a copa parada.
En boca, las sensaciones táctiles en la lengua podría calificarlas de bastante completas, activando las papilas uniformemente, combinado con un tacto untuoso, una permanencia no demasiado larga pero si lo suficiente como para dejar un recuerdo agradable después de cada sorbo. Algo que me llamó la atención fue una cierta astringencia, que esperaba menor dado que, según pude leer, una de las características del método de maceración carbónica es la ausencia de taninos, razón por la cual el vino no sirve para crianza y hay que beberlo en un plazo bastante corto, dentro del año siguiente a la cosecha. También pude detectar la leve aguja que dicho método de fermentación trae como consecuencia. Tanto el sabor como la leve aguja nos dejan la sensación de un vino fresco, efectivamente para ser consumido preferiblemente fresco y en verano.
En retronasal se confirmaron las sensaciones olfativas descritas anteriormente, aunque quizás en esa fase el aroma a fresas, casi a golosinas, se hace más marcado que en la olfativa directa.
El precio del vino está en 8 € en la web de la bodega. Me parece que guarda una relación aceptable con la calidad que nos ofrece, aunque debemos tener presente el tipo de uso que se le puede dar al vino, tomándolo fresco y acompañándolo con entremeses o tapas puede dar un resultado bastante aceptable.
Le doy una nota de 7,5/10, por la apuesta por un concepto y un diseño fuera de lo habitual.
Le doy una nota de 7,5/10, por la apuesta por un concepto y un diseño fuera de lo habitual.
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