Irache - Reserva 2004

Hoy traigo un vino tinto de la D.O. Navarra, el Irache Reserva 2004.

Este vino es elaborado por Bodegas Irache, S.L. en la localidad de Ayegui, cerca de Estella, cuyos viñedos ya surtían de vino a la Casa Real de Navarra en el S. XII, aunque la empresa fue fundada en 1891. La bodega cuenta con varias familias de productos que incluyen, además de los vinos blancos, rosados y tintos, pacharán (licor de endrina), conservas (los típicos espárragos y pimientos de piquillo de la zona) y aceite de oliva.

Poseen 150 Ha de viñedos de Tempranillo, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Graciano y Mazuelo en lo que se refiere a uvas tintas y Viura, Chardonnay y Malvasía en lo que respecta a las blancas.

El vino que nos ocupa fue premiado en Hong Kong con una medalla de plata al "mejor vino para Asia".

En cuanto a la D.O. Navarra, la cual inauguramos en este blog con este vino, decir que consta de una superficie de 11.500 Ha

El Irache Reserva se nos presenta en una botella bordelesa clásica, de color verdoso, con una etiqueta de diseño austero con letras doradas y blancas sobre fondo negro. Está ensamblado a partir de un 60% de uvas Tempranillo, 20% Cabernet Sauvignon y 20% Merlot.

Su elaboración consta de un total de no menos de 36 meses de envejecimiento, siendo de 18 meses el correspondiente a la fase en barrica. No se especifica el tipo de barricas utilizadas. El resultado es un caldo de relativamente baja graduación alcohólica (12,5%), con un aspecto visual límpido y brillante, de color cereza oscuro de capa media, con ribetes tirando a color teja.

De intensidad aromática más bien baja a copa quieta, despliega un aroma en el que predominan las notas frescas de maderas balsámicas, quizá también las especias que nos dice su contraetiqueta. Debajo de esa primera oleada se puede apreciar fruta roja madura. No fui capaz de detectar el "recuerdo de cueros" que también nos indica su etiqueta posterior.

Fue en boca donde, en mi opinión, el vino flojeó un tanto.

No noté la deseada activación suave y progresiva en los diferentes grupos de papilas gustativas, siendo su nota predominante el toque amargo al final de la lengua, no acompañado, sin embargo, de una permanencia reseñable, especialmente acompañando el alimento.

Un tacto bastante líquido, casi nada astringente, combinado con las sensaciones descritas anteriormente, trajeron un resultado de alguna forma inesperado en comparación con lo que me había indicado el olfato inicialmente.

En retronasal no pude distinguir nada adicional a lo que ya había olfateado, y allí nuevamente pude detectar una escasa persistencia del caldo en el paladar. Debo decir, a modo de resumen, que el vino estuvo bastante por debajo de mis expectativas, poco parecido a la nota de cata que aparece en la web de la bodega o en su etiqueta. Por tratar de explicarlo de alguna manera, me pareció un vino poco complejo y con poco cuerpo en comparación con los caldos que vengo comentando desde el inicio del blog.

Su precio de 13 € me parece bastante por encima de lo que esperaba de un vino de este precio.

Mi valoración es de 5/10.