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domingo, 20 de septiembre de 2015

Summa Varietalis - 2010

Hoy tenemos un vino tinto de  Pago, con la D.O. Dominio de Valdepusa. Se trata del Summa Varietalis de la añada de 2.010.

El Dominio de Valdepusa, situado a orillas del río Pusa en el término municipal de Malpica de Tajo, provincia de Toledo, ubicada a unos 50 km al oeste de la capital de la provincia, es una singular explotación vitivinícola cuyos terrenos pertenecen a la estirpe del Marqués de Griñón desde 1.292. Consta de un total de 50 ha que incluyen 14 ha de plantación de Cabernet Sauvignon que data de 1.974, ampliadas posteriormente a partir de 1.991 con las variedades Syrah, Petit Verdot y Graciano. La casa principal y la bodega se asientan en edificios históricos del S. XVIII. En 2.002 el Estado Español concedió a esta bodega la primera D.O. de Vinos de Pago, convalidándolo la Unión Europea en 2.003, reconocimiento solo obtenido anteriormente por los míticos Domaine de la Romanée Conti (Borgoña) y Sassicaia, en la Toscana.

La producción anual del Dominio de Valdepusa es de unas 300.000 botellas anuales de vinos tintos con uvas solamente procedentes de sus viñedos propios, en los que se emplean las más avanzadas técnicas de viticultura, en los que Carlos Falcó y Fernández de Córdoba (de la estipre del Gran Capitán famoso por liderar las tropas españolas en la reconquista de Granada en 1.492) ha sido pionero en España en la introducción del riego por goteo y el Partial Root Drying (PRD), así como las espalderas Smart Dyson y el uso de dendrómetros para monitorizar el crecimiento de las vides.

Los vinos producidos por este Pago incluyen las series varietales de Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Graciano (llamado AAA). Los vinos de coupage son: Eméritvs, Caliza (Syrah y Petit Verdot) y nuestro vino de hoy Summa Varietalis.


Fuente: www.bodeboca.com

En cuanto a su elaboración, el Summa Varietalis de 2.010 es un coupage de Syrah (63%); Cabernet Sauvignon (23%) y Petit Verdot (14%), con frutos recogidos a mano y macerados a temperatura controlada durante 4 a 5 semanas . Su crianza incluye en período de 12 meses en barricas nuevas y seminuevas de roble francés Allier, ubocadas en una bodega subterránea con capacidad para 2.00 barricas, con temperatura y humedad constantes por medio de equipos de acondicionamiento de aire. Su embotellado no incluye ningún proceso anterior de clarificado o filtrado.

El resultado es un vino tinto de 14% de alcohol en volumen, que se nos presenta en una botella del tipo bordelesa Imperiale, con un largo y estilizado cuello y un color verde muy oscuro.

La etiqueta frontal, negra con formato rectangular vertical, ocupa casi toda la longitud del cuerpo de la botella, muestra un signo de suma colocado entre paréntesis de color naranja, representando el nombre de la marca, que viene a querer decir, como se nos explica en la etiqueta trasera, el compendio de conocimientos de dos generaciones de la familia para producir este vino. Debajo, en un recuadro blanco, se expresa el nombre del vino ya con sus palabras correspondientes, y se muestran la añada y la mención a la D.O. a la que pertenece. A la derecha de este apartado de la etiqueta se puede observar el símbolo de la bodega, que también aparece en trazos dorados en la cápsula del cuello de la botella.


En la etiqueta trasera, que es también rectangular y con un 60% de su superficie en fondo negro y el resto en fondo blanco, se observa una pequeña explicación sobre el nombre del vino con una pequeña nota de cata en caracteres blancos, en español y en inglés, seguidos de los datos de la bodega en caracteres negros sobre el recuadro en blanco inferior.

Un producto bien presentado, que da idea de la buena calidad del contenido.

Al abrir la botella y escanciar el vino nos encontramos con un que tiene una capa muy alta, de color picota profundo con ribetes violáceos, como si de un vino muy joven se tratara, se nota la mayoritaria componente de Syrah. La superficie del líquido es brillante y límpida. Profusas lágrimas de caída lenta al agitar la copa nos anticipan que se tratará de un vino con cuerpo. En la botella quedan posos adherido al cristal lo largo del cuerpo que demuestran que no lleva filtrado ni clarificación.

A nivel aromático, se trata de un vino complejo, de intensidad media a copa parada. Nos reciben claras notas de frutos rojos muy maduros, con leves notas de frutos negros del bosque como arándanos y quizá higos negros. Le sigue una amplia variedad de notas especiadas, donde se mezclan las dulces como el regaliz o la menta, y punzantes como el clavo e incluso la pimienta negra. Todo ello con la madera de la crianza presente y perfectamente integrada y matizada con gran finura.

El retrogusto nos deja un fondo licoroso que a mi personalmente me agrada mucho, con las especias y las frutas entremezcladas y un final que evoca la mineralidad del suelo donde crecieron sus uvas.

En boca, tiene un ataque muy homogéneo en papilas y lengua, con taninos presentes, notables, golosos y de gran calidad táctil. El cuerpo lo calificaría de medio-alto, y aporta una gran longitud con un muy agradable longitud producida por un suave amargor y una buena permanencia de vino de calidad.

En suma, buen producto, con una presentación muy atractiva, no defraudará en ocasiones especiales con amigos y familiares habituados al consumo de vino, con una buena carne a la parrilla o a la piedra donde da muy buen resultado.

Su precio de alrededor de 20 € me parece correcto.

Le doy una nota alta de 8/10.

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