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sábado, 5 de septiembre de 2015

Visita a Bodegas González Byass

Hace unos días tuve la magnífica oportunidad de ir a Jerez de la Frontera, donde pude visitar las conocidas Bodegas Tío Pepe de González Byass. Me apetece hacerle un extenso reportaje acompañado de las fotos que pude tomar durante la visita.

La Bodega ofrece diferentes tipos de recorridos, desde el básico que consiste en la vista en grupo a las principales instalaciones con una cata final de dos de sus productos, hasta los del tipo VIP, personalizados y con catas de las ediciones especiales más añejas de la bodega, así como almuerzos maridados incluidos.

Nosotros escogimos la visita en grupo con cata final de 4 vinos de la bodega, con un precio por adulto de 16 €. El tiempo de la vista fue de aproximadamente hora y media, desde el comienzo hasta el final en la bonita tienda de la Bodega.

La bodega tiene un origen muy romántico, es la historia de la pasión de un hombre que comienza a escribirse en 1.835, cuando Don Manuel María González Angel, a sus 23 años, decidió aparcar su incipiente carrera de contable para dedicarse en cuerpo y alma a su verdadera pasión: el vino de Jerez. Se comprometió a mejorar, desarrollar y extender este vino, que él consideraba especial (con muchísima razón en mi opinión) y su cultura. Tal fue dicha pasión que no solo convirtió su idea en una de las empresas más admiradas del ramo a nivel mundial, sino que supo extender su legado a las sucesivas generaciones, que hoy, en la quinta generación y casi 200 años después, siguen dirigiendo los destinos de la empresa, con más del 95% de las acciones.

La ayuda de su tío José Angel y Vargas resultó decisiva en el éxito de la aventura de Manuel María, de tal forma que decidió ponerle el nombre de su tío al primer producto estrella de la empresa: el Tío Pepe.

La visita en grupo se realiza en un pequeño tren que va recorriendo las instalaciones, comenzando por la zona del chalet que construyó para su familia rodeado de un hermoso jardín, en el cual su hijo Pedro construyó una pista de tenis y fundó la primera sociedad de tenis de España, la puerta que mandó construir Don Manuel para honrar la visita de la Reina Isabel II, y por la cual han pasado los posteriores Reyes de España desde entonces, hasta llegar los viñedos de muestra de uva Palomino que tiene en el extremo sur de la finca.




A continuación fuimos a las soleras del brandy, pasando por el antiguo y hermoso patio emparrado de Lepanto.

Allí nos explicaron como "Las Holandas" o aguardientes de vino sin envejecer, con un componente alcohólico de hasta 65º, se envejecen por el método de soleras y criaderas, que explicaré más adelante, aunque en este caso de forma aeróbica, a diferencia de los vinos finos y olorosos.
El envejecimiento en barrica que previamente a criado los vinos de Jerez es una de las características del proceso. Allí el producto se sueviza y pierde graduación hasta llegar a los 35º - 40º que suele presentar esta bebida.

Dependiendo de las características de las Holandas obtenidas, estas se dedicarán a la elaboración de los tres tipos de brandies que la D.O. Jerez establece: Solera, Solera Reserva y Solera Gran Reserva.

En esta clase de bebidas, el brandy Lepanto es el producto estrella de la casa, en particular el Lepanto Pedro Ximénez Solera Gran Reserva. Las otras marcas de la bodega son el popular Soberano y el Insuperable.

A continuación se va hacia la tonelería, al lado de un patio donde se encuentra una escultura del producto más conocido de la bodega y una de las imágenes españolas más conocidas en el mundo, la botella vestida de flamenco. Cualquiera que haya estado en Madrid, especialmente los turistas, podrán recordar este icono en lo alto de un edificio en la Puerta del Sol... "Sol de Andalucía Embotellado", que lleva allí ¡desde 1.936!



En esta zona se observa la Bodega Croft, creadora del conocido vino Pale Cream Original (muy habitual en las diferentes ferias y romerías andaluzas con su españolización "pilicrín"). La historia de esta empresa es curiosa, ya que en sus orígenes se dedicó al vino de Oporto, y desembarcó en Jerez en el año 1.970. La familia González había emparentado con los herederos de los dueños originales de la bodega, pero a pesar de ello las empresas fueron independientes hasta que en 2.001 el Grupo González Byass compró Bodegas Croft, vendió sus instalaciones originales y trasladó la producción de sus productos al recinto de Tío Pepe.

Cruzando la calle se encuentra la tonelería, donde se fabricaban las barricas o botas utilizadas para la crianza de los diferentes productos y, en el caso de los vinos de Jerez, a diferencia de los vinos tranquilos, el uso de las barricas se extiende hasta 30 años, por lo que es normal que las botas sufran múltiples reparaciones a lo largo de su vida útil. Esa es la labor fundamental de la tonelería residente de Tío Pepe en la actualidad.
















La siguiente parada es en la famosa Bodega La Concha, cuya construcción presenta evidentes evocaciones del estilo constructivo de Gustav Eiffel, su diseñador, y que también fue construida en honor a la Reina Isabel II de España. Allí se pueden observar las banderas de todas nuestras comunidades autónomas, así como las de los países a los que se exportan los vinos de González Byass.




En el Museo de la Viña, se pueden ver aperos y maquinaria de épocas anteriores de la vitivinicultura.

Una de sus paredes contiene un interesante mural de cerámica con el mapa de los viñedos de la empresa, que me llamó la atención.
















Después pudimos observar observar la bonita Bodega La Cuadrada Croft, donde se realiza la crianza del mencionado "Pilicrín". La elaboración de este vino proviene de vino Manzanilla criado "en flor", que consiste en una crianza biológica en la que la barrica se rellena dejando una zona vacía. En la superficie del líquido crece una capa de levaduras que se alimenta de parte del alcohol del vino, bajando su graduación y aportándole aromas y sabores. La "flor" que va muriendo se decanta en el fondo de la bota. A este resto de levaduras se le denomina "madre", la cual sigue aportando sabor al vino. Para aportarle su dulzor característico (entre 45 y 115 g/l de azúcar), al Pale Cream se le añade mosto concentrado.


A estas alturas del artículo creo que merece la pena hacer un inciso para explicar como funciona el método de elaboración de los vinos de Jerez: "Soleras" y "Criaderas", así como los diferentes tipos de vinos principales que se elaboran bajo este método.

Fuente: www.blogallinero.blogspot.com

Los vinos de Jerez se elaboran llevando a cabo dos tipos de crianza fundamental: la ya mencionada biológica, criado "en flor", que conservará la palidez inicial del mosto y adquirirá una estructura aromática y gustativa peculiar, y la crianza oxidativa o físico-química, es presencia de oxígeno, que dará lugar a vinos más oscuros, y que adquirirá aromas más complejos y también característicos.

La elección del proceso de elaboración en uno u otro sentido parte de una selección inicial de los caldos, y de la decisión de "encabezar" los vinos (añadirles alcohol) hasta los 15,5º o por encima de los 17º. Otro factor para esta diferenciación procede del tipo de vinificación que se realice previamente, para pasar del mosto de las uvas prensadas al vino joven que se procesará de una u otra manera.

La elaboración de mostos con la variedad de uva Palomino, dan lugar a vinos "base" con muy poco contenido en azúcar, que será el origen de todos los vinos de Jerez "generosos" de la famosa Manzanilla. Por su parte, la vinificación de otras variedades como la Pedro Ximénez o la Moscatel dará lugar a vinos con alto contenido en azúcares. Estas variedades, previamente a su prensado, se dejan pasificar, por lo que su mosto contiene una alta concentración de azúcares. Durante su fermentación, a sus mostos se les añade alcohol de vino, por lo que dicha fermentación se detiene cuando la mayoría de sus azúcares no se han transformado en alcohol. estos vinos son los que se añaden a los vinos secos para su "encabezamiento", dando lugar a vinos con diferentes grados de dulzor.

En la crianza de los vinos de Jerez, los vinos más jóvenes se encuban en las botas más altas de la disposición 3ª o 4ª Criadera, siendo ese el vino del año. Anualmente, se trasvasa cierto volumen de cada hilera de barricas a las de la siguiente fila inferior. El de las que están a ras de suelo, o soleras, se extrae para su embotellado y comercialización. De esa forma, se obtienen vinos muy estables año tras año, ya que el último contiene mezcla de las anteriores 3 ó 4 añadas.















La clasificación de los diferentes tipos de vinos de Jerez se da en función de los procesos de elaboración descritos:

1. Generosos:
  • Fino o Manzanilla: proviene de la fermentación de la uva Palomino. Se encabeza hasta los 15º para fomentar la aparición del velo de flor. La crianza se realiza durante unos 3 a 4 años por el sistema de soleras y criaderas. 
    • La "Manzanilla o Fino en Rama" (Manzanilla solo se permite llamar al vino elaborado en San Lúcar de Barrameda, con su propia Dnominación de Origen, mientras el Fino es el del resto de la Denominación), que es el vino que se embotella directamente desde la solera (vino del año) con un leve proceso de clarificación. Se puede hasta reproducir el velo de flor en la botella.
    • Manzanilla Fina o Fino: Es al que se le realiza una crianza de 3 ó 4 años.
    • Manzanilla Pasada: Se realiza un proceso de crianza más prolongado, de hasta 10 años.
  • Amontillado: Procede de los Finos, para los que se completa la primera fase de crianza biológica hasta que se muere el velo de flor, y a partir de entonces la crianza se vuelve oxidativa, lo que oscurece el vino (hasta un color ámbar) y lo dota de mayor concentración y complejidad.
  • Oloroso: El vino inicial se encabeza hasta los 17º, lo cual impide el desarrollo del velo de flor, por lo cual el desarrollo es únicamente oxidativo. Esto da lugar a un vino de color entre ámbar y caoba, más concentrado,  debido a la pérdida de agua a través de las botas durante el proceso de crianza, y también con mayor estructura y complejidad. Personalmente son mis favoritos de entre las diferentes clasificaciones de Jerez.
  • Palo Cortado: Este vino, de color oscuro, entre tonos castaños y caobas, se denomina así porque las botas que lo contienen tradicionalmente se marcan con una raya horizontal cortando la raya oblicua con que inicialmente se marcas los vinos extremadamente finos, a los que posteriormente se les detectan las características que lo convertirán en este vino que conjuga la delicadeza aromática del amontillado con la corpulencia en el paladar del denominado "oloroso".
2. Generosos de licor: tienen contenido en azúcares por encima de los 5 g/l.
  • Pale Cream: según se explicó en los párrafos referentes a la bodega Croft.  
  • Medium: Posee una crianza oxidativa, además de la inicial biológica, que le aporta su color ámbar a castaño oscuro, y un contenido en azúcar de entre 45 y 115 g/l.
  • Cream: color castaño oscuro a caoba, procede de vinos generosos con crianza oxidativa y aportación de mostos concentrados con el resultado de un contenido de azúcar entre los 115 y 140 g/l.
3. Dulces Naturales: elaborados con uvas de la variedad Pedro Ximénez o Moscatel.
  • Pedro Ximénez: Color muy oscuro, casi ébano, proviene de las uvas de la mencionada variedad muy pasificadas. Su contenido en azúcar queda muy alto, entre 180 y 500 g/l, y su crianza es meramente oxidativa.  
  • Moscatel: Color castaño intenso a caoba, proviene de las uvas de esa variedad pasificadas por el método del "soleo". El proceso es muy similar al de la otra variedad.

Lo siguiente es la Bodega Los Apóstoles. En esta bodega se encuentran las botas que el fundador de la bodega colocó cuando ordenó construirla en 1.857 para la visita de la Reina Isabel II en 1.862, cada una con el nombre de un apóstol, excepto el de Judas, que fue sustituido por el de Matías. La bota central (El Cristo) tiene un volumen de 16.500 litros, equivalente a 33 botas, la edad de Jesucristo al morir. Para la visita de la Reina, y a petición de esta, el Sr. González ordenó realizar una pisa en su honor, por lo que adquirió todas las uvas de cuelga (el excedente que se coloca colgado de los emparrados a modo de adorno) de los viticultores de la zona, dado que la pisa de la vendimia del año ya había sido realizada, llenando con el producto de la misma el enorme tonel.


Aquí se cría el "Palo Cortado" Apóstoles, y se realizan, durante todo el año, importantes eventos con cenas de gala y actuaciones de importantes artistas.


En esta bodega se encuentran también expuestas barricas originales de las primeras vinificaciones de la bodega, y de las que se dice que tienen más de 400 años de antigüedad.





También visitamos la bodega Los Reyes, donde las botas principales tienen una distribución triangular, y presentan las firmas de los Reyes y Príncipes de España que visitaron la Empresa, además de los miembros destacados de las Casas Reales.


De hecho, no solo la realeza ha dejado su firma en las barricas de González Byass. Me resultó muy llamativa la cantidad de personajes, tanto nacionales como internacionales, que han autografiado las tapas de las botas a lo largo de la hitoria de la bodega: Juan de La Cierva, Lola Flores, Antonio Gala, Fernando Alonso, Rafael Alberti, Picasso, Orson Welles, Steven Spielberg. Da la impresión de que casi todos los personajes importantes de la historia moderna han dejado su huella...


La visita prosigue cruzando las preciosas calles emparradas hacia la primera bodega que construyó el fundador, en 1.855: La Constancia. En ella se encuentra la sala de muestras original, donde se conservaban botellas que contenían muestras de los caldos que se comercializaban en Gran Bretaña durante los primeros años de la bodega.





La calle de Los Ciegos, dentro del recinto de la bodega, ha sido varias veces considerada entre las más bonitas del mundo por diferentes publicaciones.

















Posteriormente, se visualiza una recreación de la fundación y orígenes de la bodega, muy entretenida y bien realizada.


Una vez finalizada la visita, pasamos al recinto de la Gran Bodega Tío Pepe. Es una inmensa nave con cuatro cúpulas de hormigón de más de 40 m de diámetro, y tiene 3 plantas con una capacidad de 30.000 botas dedicadas a la crianza exclusiva del Tío Pepe. Fue diseñada y construida en 1.963 por el eminente arquitecto Don Eduardo Torroja, uno de los máximos especialistas de las construcciones de hormigón en su tiempo. Allí se encuentra la zona de degustación de vinos, donde pudimos probar el Fino Tío Pepe, el Pale Cream Original de Croft, el Oloroso Alfonso y el Solera 1.847, un buen recorrido a través de las principales familias de productos de la bodega. De ellos, el que más me gustó fue el oloroso, al cual dedicaré pronto una entrada del blog.

Finalmente, la visita acaba, como es normal, en la tienda de la bodega. Allí tienen todas las marcas de la casa, e incluso productos de sus otras bodegas, de las cuales hablaremos en un artículo posterior.

En suma, resulta un agradable e interesante paseo con un precio asequible, que recomiendo realizar a cualquiera que se acerque por la zona.


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