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domingo, 17 de abril de 2016

Vivanco - Reserva 2010

Después del artículo sobre la visita al Museo de la Cultura del Vino de Bodegas Vivanco en la localidad de Briones, tengo el placer de presentaros uno de los excelentes productos de la bodega, el tinto Reserva Vivanco, en su añada de 2.010.

Sobre la D.O. Rioja ya hablamos en la entrada del Marqués de Riscal, simplemente podríamos añadir alguna referencia adicional a la subzona de la Rioja Alta. Esta zona cuenta con una superficie de viñedo aproximada de unas 24.000 ha siendo su localidad más emblemática Haro. Sus vinos se caracterizan por una elevada acidez, buen cuerpo y aptitid para la crianza en barricas. El 75% del cultivo es de variadades tintas, entre las que destaca, por supuesto, laTempranillo, seguida de la Garnacha, y un 25% de variedades blancas entre las que domina la Viura.


Fuente: www.apoloybaco.com

Ya hicimos una introducción a la Bodega Vivanco en el mencionado artículo sobre su Museo, por lo que pasaré simplemente a enumerar los vinos que comercializa:

-  Tintos: Vivanco Crianza (100% Tempranillo) y Reserva (90% Tempranillo y 10% Graciano), los monovarietales Colección Vivanco Parcelas de Garnacha, de Mazuelo, de Maturana Tinta, y de Graciano. El Colección Vivanco Cuatro Variedades, coupage de los cuatro anteriores y su versión Dulce de Invierno. Por último, encontramos el Club Vivanco Reserva, de Tempranillo, Garnacha y Graciano.

- Blancos: Vivanco Viura, Malvasía y Tempranillo Blanco (mutación de la conocida tinta descubierta en 1.988).

- Rosados: Vivanco Tempranillo y Garnacha.



Nuestro vino de hoy, el Vivanco Reserva, de la añada de 2.010 (declarada como Excelente por el Consejo Regulador) se elabora con una combinación de contenidos del 90% procedente de uvas de la variedad Tempranillo y un 10% de Graciano, con viñedos propios situados en la localidad de Briones y una media de edad de las viñas superior a los 35 años. Las uvas se vendimian a mano, se transportan en pequeñas cajas de 10 kg y se mantienen en cámara frigorífica durante 36 horas antes de realizar una doble selección, de racimos y granos.

Tras un breve estrujado, los granos se fermentan y maceran en pequeños tinos de roble francés en presencia de hollejos con remontados frecuentes a una temperatura máxima de 30º C, durante unos 20 días. La fermentación maloláctica se realiza también en pequeños tinos de roble francés. La crianza se realiza en barricas nuevas y de segundo año de roble francés y americano durante 24 meses, se afina posteriormente "durante varios meses" en tinos de roble francés antes de pasar a la botella, donde reposará otros 24 meses.

El resultado de este proceso se presenta con una calidad de envase y etiquetado marca de la casa. Desde su preciosa y personalizada botella vintage, recordando a las que se utilizaban en la zona de Burdeos en el S. XVIII, con el nombre de la bodega en relive en la zona del hombro, hasta su elegante etiquetado, formado por una gran etiqueta de color blanco que contiene el nombre, tipo y añada del vino en la zona superior, y en el centro una copia de la obra Naturaleza Muerta de Juan Gris, uno de los precursores del cubismo pictórico junto con Pablo Ruiz Picasso, cuyo original se exhibe en el Museo de la familia.; así como una larga etiqueta trasera en la que se dan pinceladas sobre la Bodega, el vino, la botella y el etiquetado. En la parte baja aparecen los datos de contacto de la bodega y los volúmenes de 75 cl de la botella y de alcohol del 14%. La bodega ha tenido la deferencia incluso de incorporar caracteres braille a esta etiqueta, aunque no conozco los detalles de la información que aporta La ONCE ha dado un premio a la bodega en reconocimiento a esta iniciativa, tanto en las botellas como en el recorrido del Museo, adaptado a personas invidentes.

En mi opinión, el conjunto resulta sencillamente ¡espectacular!







¿Está a la altura del continente el contenido de la botella? La respuesta al final, después de analizarlo detalladamente...

El Vivanco Reserva presenta un color picota profundo y brillante, sin defectos, de capa alta, con ribete tendente a granate con irisaciones ocre que nos hablan de su tiempo de guarda. Tinta bastante la pared de la copa al agitarla, dejando profusas lágrimas de caída más bien lenta por la superficie del cristal.

Olfativamente, se trata de un vino bastante frutal, destacando a mi entender los frutos negros tipo arándanos muy maduros y rojos como las ciruelas, casi compotados, a lo que siguen especias dulces como la canela y el regaliz negro, tabaco de pipa y un fondo de maderas nobles que le da un toque de finura y una complejidad muy agradable. Confirmo lo que Rafael Vivanco (enólogo de la bodega e hijo del fundador) viene a decir en el vídeo que aparece en la web, sobre que con este vino quiere romper con el molde de los Rioja dominados por la barrica para mostrar la plenitud de su fruta y del terruño donde se ha criado la uva. En mi opinión buena parte de esa estructura aromática debe provenir de la aportación de su contenido de la variedad Graciano, de la cual hablamos hace poco en la entrada del Laderas de Inurrieta..

En boca es un vino muy homogéneo, corpulento, casi espeso al tacto en la lengua, con taninos notablemente dulces, maduros y sedosos, acidez bien balanceada, longitud suficiente y agradablemente persistente. En retrogusto muestra un rasgo levemente licorizado que deja un buen recuerdo.

Lo bebimos en casa con unas costillas adobadas, y el resultado fue magnífico, también con el chocolate negro combina perfectamente.

Su precio es excelente para lo que nos aporta, de aproximadamente 13 € por botella.

Le doy 8,25/10 a este magnífico producto de excelente calidad integral. Os sugeriría que lo probárais. Mientras tanto, yo quedo con ganas de probar los vinos de la Colección Vivanco de Parcelas en sus diferentes variedades...

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