Producido por la Heredade do Esporao, una de las empresas portuguesas más importantes en lo que a vinos y aceites se refiere, cerca de la ciudad de Reguengos de Monsaraz, en el corazón del Alentejo, a unos 180 km de Lisboa, con una ocupación de viñedos de unas 460 Ha en una dehesa de suelos arcillosos y graníticos. Produce vinos de alta calidad desde 1987. Las viñas de esta bodega producen uvas de 194 variedades diferentes, de las cuales 37 se encuentran en producción continua para la elaboración de vinos.
Pero, como es tradición en el blog al comentar un vino de una denominación de origen "nueva", haré una pequeña introducción del Vinho Regional Alentejano (CVRA). Esta Denominación de Origen fue creada en 1989, como organización privada, y se financia de la venta de las etiquetas que portan los vinos de dicha Denominación.
La certificación se basa en pruebas físico-químicas y sensoriales: Contenido de alcohol en volumen, continido de Dióxido de Azufre, Azúcares totales (glucosa y fructosa), acidez total (expresada como ácido tartárico) y acidez volátil (expresada como ácido acético). El ensayo sensorial es realizado por un panel de catadores autorizado por el consejo regulador de la D.O.
Fuente: Web D.O. Vinhos do Alentejo
De esta zona procede este peculiar vino, en cuanto a su composición y ensamblaje se refiere, a partir de cuatro diferentes tipos de uva (de ahí su nombre), cada una criadas de una manera individual. Como característica adicional, está el hecho de que las cuatro variedades seleccionadas pueden ser diferentes en cada añada. En el caso del 2011, las variedades fueron: Aragonez, Alicante Bouschet, Petit Verdot y Syrah. Según reza en su etiqueta el ensamblaje se realiza en base a caldos de estas variedades criados individualmente, de la siguiente forma:
- Aragonez (Aragonés o Garnacha): 6 meses en roble americano, para los aromas a bayas rojas.
- Alicante Bouschet (o Garnacha Tintorera): 6 meses en roble francés, para la estructura.
- Petit Verdot: 6 meses en roble francés, para la elegancia y equilibrio.
- Syrah: 6 meses en roble americano, para el cuerpo y textura.
La presentación del producto me resultó muy llamativa y de calidad, pues hizo que lo seleccionara entre el resto de vinos de similar precio cuando lo adquirí en el Aeropuerto de Lisboa.
Una botella bordelesa tradicional de tono caramelo con una estupenda etiqueta blanca ocupando casi todo el perímetro del cuerpo de la botella, en vez del típico arreglo etiqueta-contraetiqueta. En el centro se observa la marca del vino, junto con el logo y el nombre de la bodega, así como la añada y los tipos de uva que lo componen. A continuación, a la diestra, la explicación sobre los caldos utilizados en el ensamblaje del vino y su proceso de crianza, y a la izquierda la etiqueta de la Denominación de Origen, así como la temperatura recomendada de servicio y el contenido en alcohol de 14,5% en volumen.
Un color vivo y profundo color picota, con ribete púrpura, de capa media alta, nos presenta este caldo. Su contenido en alcohol por encima de la media se nos muestra en las lágrimas, que al agitar la copa son abundantes y de caída lenta.
A copa quieta, su aroma se nos muestra un poco tímido, para explotar inmediatamente después de decantarlo y más aún al servirlo y agitar la copa. Es, en mi opinión, el aroma el punto fuerte de este vino, complejo y muy agradable, pude diferenciar diversas trazas más o menos dominantes, y estoy seguro de que una nariz experta podría extraer multitud de matices más de los que pude adivinar. Antes de cada sorbo, el vino invitaba a acercar la nariz nuevamente y, en cada giro, nuevos aromas parecían emerger de la copa.
Sobre una dominante de frutos rojos y negros, a continuación lo siguiente que noté fue cacao, luego tabaco y ligeras maderas tostadas, para terminar con una mezcla de especias que no podría individualizar, por su complejidad, aunque me pareció que la pimienta podría ser una de ellas. Lo dicho, un aroma magnífico que nos habla de un vino elaborado con cuidado y cariño en lo que a la calidad del resultado se refiere.
En boca, podría decir que el vino decayó un poco con respecto al resultado en nariz. A mi mujer no le gustó demasiado (es posible que al tratarse de un vino bastante seco que encuentre menos adeptos entre el público femenino). En mi caso, me gustó razonablemente su robustez y cuerpo, con taninos un poco por desarrollar todavía, y activó mi lengua y paladar de una forma bastante homogénea, siendo el gusto a frutos negros el que predominó en mi percepción. Esto se corroboró en la vía retronasal, además de quedar un regusto especiado al ingerirlo. No me pareció demasiado largo ni excesivamente persistente (más lo primero que lo segundo). Lo tomé con un alimento ligero, confitura de pollo, pero creo que combinará mejor con alimentos un poco más contundentes y jugosos. Me lo imagino acompañado acertadamente de un estofado de ternera o magro en salsa, por ejemplo.
Si mal no recuerdo, el precio al que lo compré rondó los 12 €, en mi opinión acorde con el segmento de mercado al que va dirigido el producto.
Mi nota para este vino es de 7/10.
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