Sobre la bodega ya hablamos en el post del reportaje Visita a Bodegas Viñátigo, que os invito a leer si no lo habeis hecho todavía (perdón por el spam... jajaja).
Lo que es novedoso en este vino, ya que no lo hemos hablado en el blog, es la Denominación de Origen a la que pertenece: Ycoden Daute Isora, que existe desde 1991.Este curioso nombre viene de dos de los reinos Guanches y de los dominios de la Princesa Isora, en el noroeste de la Isla de Tenerife. El cultivo de vinos en estas comarcas data de los siglos XVI y XVII .
El Consejo Regulador establece una serie de características Aparte de las administrativas) que deben cumplir los vinos de esta D.O., entre las que destacan:
- Variedades de uvas blancas:
- Recomendadas: Albillo, Bermejuela o Marmajuelo, Forastera Blanca o Doradilla, Gual, Malvasía, Moscatel de Alejandría, Sabro, Verdello y Vijariego o Diego.
- Autorizadas: Bastardo Blanco o Baboso Blanco, Listán Blanco, Pedro Ximenez y Torrontés.
- Variedades de uvas tintas:
- Recomendadas: Castellana Negra, Listán Negro o Almuñeco, Malvasía Rosada, Negramoll o Mulata y Tintilla.
- Autorizadas: Bastardo Blanco o Baboso Negro, Moscatel Negra y Vijariego Negro.
- Limitaciones del tipo de cultivo de la vid y densidad de plantación, tanto por superficie como por cepa.
- Regulación de la vendimia
- Regulación del contenido en alcohol mínimo de las uvas por tipo de vino.
- Del rendimiento de mosto por kg de uva.
- De las técnicas de elaboración por tipo de vino.
- De las características de acidez, azúcares residuales, sulfuroso, dióxido de carbono.
- De las propiedades en la cata , según tipo de vino.
- Del embotellado, etiquetado y presentación del producto.
En cuanto a la presentación del producto, es bastante parecida a la del Viñátigo Vijariego Negro que comentamos hace unos días, cambiando los tonos violeta por tonos naranja en este caso, así como el nombre de la uva.
Visualmente, el Viñátigo Gual es un vino de 13% de alcohol en volumen, límpido y brillante, de un agradable amarillo con tonalidades verdosas y ribete grisáceo-verdoso. Tiene lágrimas abundantes y de caída lenta al agitarlo en la copa.
Su intensidad aromática a copa quieta podría calificarla de media, y al servir y agitar lo primero que me transmitió fue un acentuado aroma de piñas frescas, junto con un tono levemente dulzón que, calificándolo en primera instancia como a sandía, luego al leer la contraetiqueta comprendí que podría más bien tratarse de melón. Puede detectar un leve toque floral, aunque sinceramente no podría calificarlo de jazmín como reza la etiqueta. En resumen, un aroma agradable y franco.
Lo mejor vino después en el gusto. Un tacto carnoso, con una acidez perfectamente controlada y una estupenda aguja carbónica lo hacen un vino con brío, fresco pero al mismo tiempo con cuerpo, largo y con buena permanencia, incluyendo la mencionada aguja, que nos evoca la mineralidad y peculiaridad del suelo en el que crece la uva. Me pareció muy bueno en esta fase.
La piña y las flores se acentúan en el retrogusto.
Espectacular la combinación con diferentes frutos del mar que preparó Sonsoles para acompañar este vino: pulpo a feira, navajas, almejas cocidas... delicatessen!
En suma, un vino excelente para mi gusto, una muy buena calidad para un precio de aproximadamente 7,5 € la botella de 75 cl.
Le doy una nota alta, un 8/10.
Su intensidad aromática a copa quieta podría calificarla de media, y al servir y agitar lo primero que me transmitió fue un acentuado aroma de piñas frescas, junto con un tono levemente dulzón que, calificándolo en primera instancia como a sandía, luego al leer la contraetiqueta comprendí que podría más bien tratarse de melón. Puede detectar un leve toque floral, aunque sinceramente no podría calificarlo de jazmín como reza la etiqueta. En resumen, un aroma agradable y franco.
Lo mejor vino después en el gusto. Un tacto carnoso, con una acidez perfectamente controlada y una estupenda aguja carbónica lo hacen un vino con brío, fresco pero al mismo tiempo con cuerpo, largo y con buena permanencia, incluyendo la mencionada aguja, que nos evoca la mineralidad y peculiaridad del suelo en el que crece la uva. Me pareció muy bueno en esta fase.
La piña y las flores se acentúan en el retrogusto.
Espectacular la combinación con diferentes frutos del mar que preparó Sonsoles para acompañar este vino: pulpo a feira, navajas, almejas cocidas... delicatessen!
En suma, un vino excelente para mi gusto, una muy buena calidad para un precio de aproximadamente 7,5 € la botella de 75 cl.
Le doy una nota alta, un 8/10.
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