Después de la entrada sobre la Bodega Viñátigo, comenzamos el análisis de algunos de sus excelentes vinos.
El primero que hemos probado ha sido el 6 meses en barrica de la Variedad Vijariego Negro, añada 2012. De esta cosecha se han sacado a la venta 10.000 botellas. El producto viene etiquetado bajo la DOP Islas Canarias, sobre la cual ya hablamos en la entrada de la Bodega Viñátigo de hace unos días.
Como el resto de los vinos varietales de esta bodega, la botella de 75 cl es del tipo bordelés clásico, con una etiqueta en degradé violeta claro hasta blanco, y un dibujo típico del Teide rodeado de nubes de las que cuelgan viñas, y una escalera para subir hacia ellas... ¿ o hacia el Teide?
Este caldo, cuyo contenido de alcohol es del 13,5% en volumen, presenta un color picota, límpido y brillante, de capa media baja, medianamente glicérico, con ribete aproximándose a ambarino que sugeriría más tiempo de estancia en las barricas de roble francés tipo Allier que los 6 meses que reza su contraetiqueta.
Olfativamente, solo con abrir la botella y decantar el vino, ya notamos que el aroma del caldo es distinto a lo que acostumbramos en vinos jóvenes de la península. El franco y goloso aroma de frutos rojos y negros, con la cereza claramente diferenciable, invadió mi nariz, junto con un toque de tabaco y especias, seguido de reminiscencias minerales que nos sugieren el suelo característico en que se cultiva la uva, donde la piedra predomina sobre el sedimento. Podría añadir alguna traza sutil de madera fresca. Me encantó el aroma de este vino, muy complejo y atractivo, su punto fuerte en mi opinión.
En boca no defraudó, aunque he de decir que las sensaciones en nariz me sorprendieron y agradaron más. La activación de las papilas gustativas fue bastante completa y equilibrada, con unos taninos muy afinados dando como resultado un paso sedoso, no demasiado denso pero tampoco ligero, con un punto de acidez aportando frescura y una longitud suficiente para el resultado agradable que podemos sacar como conclusión.
La impresión retronasal reafirmó sobre todo el predominio de la cereza y el fondo mineral que olfativamente habíamos detectado.
No hicimos un maridaje especial para catarlo: pero creo que combinaría bien con carnes como la del cordero y el conejo, por ejemplo.
Su precio de 10,55 € en la propia bodega está acorde con la calidad del vino y su singularidad, en lo que al tipo de uva se refiere.
La valoración que le doy es de 7,5/10.
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