El vino esta acogido a la I.G.P. Vinos de la Tierra 3 Riberas, también novedosa en el blog, y sobre la que hablaremos en primer lugar en esta entrada.
Esta Indicación Geográfica fue creada en 2.008, y toma su nombre de los tres principales cauces que cruzan la región: el del Arga, el Ega y el Aragón, afluentes o subafluentes del Río Ebro. Con base en Pamplona (Navarra), esta I.G.P., su zona de influencia incluye todos los municipios de la Comunidad Foral de Navarra que no están acogidos a la D.O.C. Rioja.
En su Pliego de Condiciones, establece, por un lado, las variedades autorizadas con las que se pueden elaborar sus vinos blancos, rosados y tintos:
- Variedades tintas: Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta, Graciano, Merlot, Tempranillo, Syrah, Mazuela, Pinot Noir, Monastrell, Bobal, Maturana tinta.
- Variedades blancas: Chardonnay, Moscatel de Grano Menudo, Garnacha Blanca, Sauvignon Blanc, Viura,Malvasía, Xarello, Parellada, Riesling, Gewürztraminer, Maturana Blanca, Tempranillo Blanco, Verdejo, Albillo Mayor (Torrontés).
La historia del vino en Navarra, de la cual forma una parte muy importante la familia Chivite, se puede retrotraer a la época de los romanos, y ya desde el S. IV existen vestigios de instalaciones completas de vinificación (aunque ánforas del S.I d.C. evidencian un comienzo anterior de la actividad), cuyos productos se comercializaban a través del para entonces navegable Río Ebro. La Edad Media y el Camino de Santiago fueron testigos de la expansión de esta industria en la zona, y documentos del S. XV hablan del trasiego y envejecimiento del vino en la corte de Teobaldo I. Habiendo alcanzado a finales del S. XIX un máximo de 50.000 ha de viñedo en Navarra, la filoxera destruyo casi todas ellas hasta que se implantaron las medidas correctivas que recuperaron el viñedo, hasta las 35.000 ha de los anos '80 del siglo pasado, que hoy en día se han quedado en 20.000 ha.
La familia Chivite, a lo largo de 11 generaciones, desde 1.647, es una de las dinastias con mayor arraigo en el panorama viti-vinicola navarro y espanol. En el S.XX, Julian Chivite Marco introdujo grandes mejoras en la bodega, convencido de que el futuro del vino estaba en la calidad, siendo a su vez uno de los principales protagonistas en la creacion del Consejo regulador de la D.O. Navarra. Su primogénito Julian Chivite Lopez es hoy en dia la persona que dirige este legado, despues de algunas disputas familiares y reorganizaciones de la empresa a principios de esta decada.
Las tierras (unas 120 ha) de las que proceden las uvas con que se elaboran los vinos de Chivite esta en la zona de Villatuerta, en las proximidades de Estella (Lizarra), a unos 40 km al suroeste de Pamplona. La Bodega se encuentra adscrita al Grupo de los Grandes Pagos de Espana, que reivindica la calidad y peculiaridad de los vinos producidos en un terruno especifico y que reflejan la personalidad inconfundible de su suelo, clima y subsuelo. En este grupo se encuentran conocidas bodegas como nuestra ya comentada Abadia Retuerta, Aalto y Alonso del Yerro entre otras.
Fuente: www.chivite.com
La bodega comercializa tres gamas de producto:
- Coleccion 125: tinto Reserva (Tempranillo), Blanco (Chardonnay), Rosado (Tempranillo) y Vendimia Tardía (dulce natural de Moscatel de Grano Menudo).
- Finca de Villatuerta: Blanco (Chardonnay sobre lias), Tinto (Syrah) y Selección Especial (Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot).
- Las Fincas: Rosado (Garnacha y Tempranillo)
El Rosado Las Fincas que hoy nos ocupa, viene de la cooperación de Julián Chivite y el famoso cocinero donostiarra Juan Mari Arzac (uno de los mas reconocidos a nivel mundial, con 3 estrellas Michelin), que considera los vinos rosados de Chivite entre los mejores del mundo. Está elaborado en base a uvas de la variedad Garnacha (54%) y Tempranillo (46%) de la Finca de Lagardeta y, tras dos anos de pruebas, salió finalmente al mercado en su anada de 2.014 en Junio de 2.015. La crianza del mismo se realizo en las propias lías de cada variedad durante 6 meses.
El resultado de esta colaboración es un producto de gran calidad y modernidad visual, tanto del continente como del contenido, envasado en una botella personalizada de 75 cl, en cristal transparente en forma de vasija, sin etiquetado alguno, que permite la admiración del atractivo color del vino. La identificación de la botella se limita a serigrafía blanca, con el nombre de la botella y la marca en la parte frontal, y la mención a la colaboración con el cocinero en la parte trasera, incluyendo su forma, y los datos de contacto de la bodega y la mención a la I.G.P. en la parte baja.
El vino tiene un color bastante atractivo, de un hermoso y límpido rosa claro, como el de las nubes que en las traducciones de las películas norteamericanas llaman malvavisco, con poca producción de lagrimas al agitar la copa, que caen mas bien lentamente después de agitar la copa.
De intensidad olfativa media a copa parada, nos despliega al agitarla un agradable y fresco aroma a fresas dulces y maduras, en combinación con notas de frutas tropicales dulces como el mango y el durazno. Un cierto toque floral, pero que yo creo que los pétalos de rosa mencionados en su hoja de datos y en algunas notas de cata pueden estar influido por la tonalidad de su color, ya que a mi me parecen más bien flores blancas, como el azahar. Finalmente, me pareció notar un tenue toque mineral. El retrogusto me sugirió de nuevo ese toque mineral, en combinación con la dominante frutal tan dulce y agradable del principio.
En boca, me gusto mucho su ligera aguja, que reparte el líquido por la lengua y paladar de una forma muy fresca, para luego posarse de forma muy homogénea y mostrarnos unos taninos suaves y sedosos, con un cuerpo entre ligero y medio, con cierta untuosidad. El despliegue de su controlada acidez y su ligero amargor final le dan una agradable longitud.
La combinación con pollo guisado con legumbres frescas tiernas resulto estupendo, potenciando el sabor de los alimentos de una manera muy satisfactoria. Me lo imagino muy bien también con tapas modernas de cocina de calidad. Incluso solo, como lo tomé al día siguiente, es muy agradable, y en verano puede serlo todavía mas.
Creo que es producto de gran calidad para su precio de 7 €, y lo recomiendo ampliamente tanto para los aficionados a los vinos rosados como para los no tan asiduos, como es mi caso.
Le doy una muy buena nota de 7,5/10. Si podeis, dadle una oportunidad, no os arrepentireis.
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